Allá por el año 2008 yo estaba muy entusiasmado con el golf, lo había redescubierto luego de varios años de abandono. Ni siquiera recuerdo el motivo por el cual lo había dejado arrumbado entre los pliegues de mi memoria, sin embargo, no me era indiferente que la pasión había vuelto con todas las fuerzas: tomaba clases, jugaba dos o tres veces a la semana o cuando se me presentaba la oportunidad, todo gracias a mi trabajo como desarrollador independiente de sistemas que me daba suficientes libertades horarias como para intentar mejorar en mis aptitudes golfísticas.
Recuerdo que mi profesor apareció un día con un reluciente juego de palos nuevos en su envoltorio individual de un cuidado plástico que los protegía de golpes y rayaduras, era evidente que jamás habían sido utilizados y fue como un imán del que no podía escapar. Por supuesto el profesional sabía que yo estaba maduro para ellos, no porque jugara bien sino porque en su conocimiento de las personas, intuía que yo era presa fácil de aquel cebo bien presentado, apetitoso e irresistible.
Costaban 800 dólares, eras solo los hierros y aun me faltaban las maderas y el putter, una locura de precio al que todavía quedaba por agregar bastante dinero para completar un set de gran nivel. Le dije que lo pensaría y así lo hice, pasé tres días evaluando los pros y contras, las contras ganaban por amplio margen, a saber: un cliente muy importante estaba a punto de cerrar su empresa por malos resultados, otro tenía una deuda de pago de mis servicios de los últimos 4 meses, un arreglo importante en mi casa estaba a punto de comenzar y necesitaba bastante dinero para costearlo, todo apuntaba a que no podía afrontar el gasto en algo que era sólo para jugar. La decisión era sencilla, debía dejar pasar el ofrecimiento para un mejor momento.
Para la próxima clase había comprado los palos.
¿Y todo esto a que viene?
Viene a que la pasión es algo que se nos dificulta manejar, como define un extraordinario diálogo o mejor dicho un monólogo en una escena del film ganador del Oscar a la mejor película extranjera en 2010 "El Secreto de sus Ojos" ... "El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín, no puede cambiar de pasión. ...", le dice el personaje Pablo Sandoval a su amigo y protagonista Benjamín Espósito.
Y la pasión mueve al fútbol, de otra manera no podemos explicar cómo nos fascina ver a 22 personas correr detrás de una pelota, una versión simplista, aunque divertida de este juego que no solamente es el más popular en el mundo sino el que más dinero genera.
Y aquí estamos, dispuestos a ver, alentar, sufrir y alegrarnos o entristecernos por un resultado.
Hoy la selección de Venezuela recibe a la bicampeona de América y campeona del mundo vigente, esos pergaminos podrían hacer que cualquier venezolano quisiera estar debajo de una piedra y enterarse de la derrota un año después, cuando ya no duela. Sin embargo, el estadio estará lleno y aunque muchos sospechen que el descalabro es seguro, allí estarán alentando y apoyando como si les fuera la vida con ello.
Es fútbol y es pasión más allá de cualquier otra cosa.
Pero no crean que Argentina la tiene fácil, para nada. No se olviden queridos amigos venezolanos que Uds. no han recibido goles en Maturín en todo lo que va de estas eliminatorias, por otra parte, la albiceleste tendrá siete bajas para este partido, aunque la buena noticia para nosotros es que vuelve Messi.
A las ausencias de Nico González por lesión se le suman las de Cristian Romero y Emiliano Martínez por sanción y las de algunos suplentes de peso como Paulo Dybala, Marcos Acuña, Alejandro Garnacho y Valentín Carboni por diferentes motivos. La novedad es que el arco estará cubierto por Gerónimo Rulli, quizás desconocido para muchos, que tendrá la enorme tarea de hacer que no extrañemos al grandísimo arquero que es Dibu Martínez.
Otro tema a tener en cuenta es que con la camiseta y los antecedentes no se gana, muchos factores inciden en un resultado y el clima es uno de ellos, recordemos que en el partido anterior Colombia eligió jugar a la hora de mayor calor y a juzgar por el resultado final, mal no les fue. Hasta el huracán que se abate en el estado de Florida en estos momentos obligó a la delegación argentina a realizar diferentes maniobras para evitar riesgos, por suerte nada ocurrió y la albiceleste ya está en suelo venezolano.
Esta tarde noche rodará la pelota y se acabarán las especulaciones, también aquí en el cono sur, a casi 7000 km. de distancia, muchos de nosotros estaremos ansiosos y expectantes, incluso algunos escondidos debajo de las piedras.
Así es la pasión por el fútbol.
Passion travels to Venezuela
Back in 2008, I was very enthusiastic about golf, having rediscovered it after several years of neglect. I don't even remember the reason why I had left it behind in the folds of my memory, however, I was not indifferent to the fact that the passion had returned with full force: I took classes, played two or three times a week or whenever the opportunity presented itself, all thanks to my job as an independent systems developer that gave me enough time freedom to try to improve my golf skills.
I remember that my teacher showed up one day with a shiny new set of clubs in their plastic wrapper that protected them from bumps and scratches. It was obvious that they had never been used and it was like a magnet that I couldn't escape from. Of course, the professional knew that I was ripe for them, not because I played well but because in his knowledge of people, he sensed that I was easy prey for that well-presented, appetizing, and irresistible bait.
They cost $800, it was just the irons and I still needed the woods and the putter, a crazy price to which I still needed to add a lot of money to complete a high-level set. I told him I would think about it and so I did, I spent three days evaluating the pros and cons, and the cons won by a wide margin, namely: a very important client was about to close his company due to poor results, another had a debt of payment for my services from the last 4 months, a major repair in my house was about to begin and I needed a lot of money to cover it, everything pointed to the fact that I could not afford the expense for something that was just for playing. The decision was simple, I had to let the offer pass for a better time.
For the next class, I had bought the clubs.
And what is all this about?
It turns out that passion is difficult for us to handle, as defined by an extraordinary dialogue or rather a monologue in a scene from the film that won the Oscar for best foreign film in 2010, "The Secret in Their Eyes" ... "The guy can change everything: his face, his house, his family, his girlfriend, his religion, his God. But there is one thing that he cannot change Benjamin, he cannot change his passion. ..." says the character Pablo Sandoval to his friend and protagonist Benjamin Espósito.
And passion moves football, otherwise, we cannot explain how we are fascinated by watching 22 people run after a ball, a simplistic, yet fun version of this game that is not only the most popular in the world but the one that generates the most money.
And here we are, ready to watch, encourage, suffer, and be happy or sad about the outcome.
Today, the Venezuelan team will host the two-time champion of America and current world champion. Those achievements could make any Venezuelan want to be under a rock and learn about the defeat a year later when it no longer hurts. However, the stadium will be full and although many suspect that the defeat is certain, they will be there cheering and supporting as if their lives depended on it.
It is football and it is passion beyond anything else.
But do not think that Argentina has it easy, not at all. Do not forget, dear Venezuelan friends, that you have not conceded a goal in Maturín in all this qualifying round. On the other hand, the Albiceleste will have seven players out for this match, although the good news for us is that Messi is back.
In addition to the absences of Nico González due to injury, there are those of Cristian Romero and Emiliano Martínez due to suspension and some important substitutes such as Paulo Dybala, Marcos Acuña, Alejandro Garnacho, and Valentín Carboni for different reasons. The novelty is that the goal will be covered by Gerónimo Rulli, perhaps unknown to many, who will have the enormous task of ensuring that we do not miss the great goalkeeper that is Dibu Martínez.
Another issue to bear in mind is that you cannot win with your shirt and your past, many factors influence a result and the weather is one of them, let us remember that in the previous match Colombia chose to play at the hottest time of day and judging by the final result, they did not fare badly. Even the hurricane that is hitting the state of Florida at this moment forced the Argentine delegation to carry out different maneuvers to avoid risks, luckily nothing happened and the albiceleste is already on Venezuelan soil.
This evening, the ball will roll, and the speculations will end. Also here in the southern cone, almost 7000 km away, many of us will be anxious and expectant, even some hiding under rocks.
That is the passion for soccer.
Héctor Gugliermo
@hosgug