Esta XXXIII edición de los juegos olímpicos, que por tercera vez se desarrollan en París, capital de Francia, nos ha traído una buena cantidad de polémicas y hechos controversiales que no escapan a la atención de aquellos que ven más allá de las justas deportivas.
Previo al inicio del magno evento hubo noticias desagradables sobre la "limpieza" de calles de gente sin techo ni hogar que viven a la intemperie, fueron puestos en grandes colectivos y llevados con destino incierto, algo así como barrer la basura debajo de la alfombra. No fue lo único, hubo varios acontecimientos similares, uno de ellos que recuerdo en estos momentos fue la controversia con los libreros del Sena que llevan comerciando con libros en ese lugar desde hace cientos de años.
Y los malos augurios sobre un desarrollo tranquilo e inmaculado comenzaron en la misma fiesta inaugural que debió llevarse a cabo bajo una intensa lluvia que atentó contra el buen desenvolvimiento de la celebración; ojalá ese hubiera sido el único problema, pero no, el espectáculo, quizás buscando salir de lo convencional, terminó protagonizando algunos hechos que provocaron la crítica de una gran cantidad de personas y comunidades, principalmente acerca de esa representación drag de la Última Cena que rozó el mal gusto y la falta de respeto hacia los símbolos de una de las más importantes religiones del planeta, el catolicismo. Los artistas y cantantes que la representaron terminaron pidiendo disculpas, pero el daño ya estaba hecho.
Esta fiesta inaugural rompió con otra tradición y que es la de no haberse desarrollado en el estadio olímpico, a mi parecer se le asignó un rol preponderante a la ciudad en vez de los protagonistas que son los atletas, los principales actores de cualquier juego olímpico. Y ya que estamos hablando de tradiciones, a muchos tampoco les ha gustado que el pebetero se alberga la icónica llama olímpica se encuentre en un globo suspendido en el cielo, algo simpático, novedoso, pero que a la vez no termina de convencernos totalmente.
Otro inconveniente mayúsculo pasó por la decisión de utilizar el río Sena para las pruebas de Triatlón femenino y masculino, el femenino se realizó son novedades (al menos no se dieron a conocer) pero el masculino debió posponerse más allá de la fecha prevista en el calendario oficial precisamente por la contaminación que se vio desbordada por las lluvias que provocaron el aumento de bacterias nocivas para el organismo humano, pese a todo, la prueba se llevó a cabo al día siguiente cuando se comprobó la disminución de esos organismos contaminantes.
Las situaciones enojosas y controversiales también están en la parte deportiva, en los días que llevamos desde el comienzo de la mayor fiesta del deporte mundial, ha habido expulsiones de todo tipo, desde algunos atletas, pasando por directores técnicos, padres de atletas y hasta jueces, por diferentes motivos que no tienen sentido destacar en estos momentos pero que se pueden encontrar explicados con lujo de detalles, en cualquier medio periodístico que esté cubriendo la competencia.
Ha habido confusión en algunas presentaciones previas a competencias como por ejemplo cuando ingresó al recinto de la pileta olímpica la nadadora argentina Macarena Ceballos y erróneamente mostraron por las pantallas la bandera de China, no fue el único caso, hubo varios otros en ceremonias de premiación confundiendo banderas e himnos nacionales de diferentes países al de los atletas triunfadores, inexplicable, algo que no se condice con el supuesto orden, seriedad y planificación de un país perteneciente a la elite mundial que contó con muchísimo tiempo y recursos para la organización del evento.
En el día de ayer surgió un nuevo escándalo, aunque, para ser sinceros, escapa un tanto de la organización francesa, no así al COI. En un combate de boxeo donde participaba una atleta trans argelina, su competidora italiana abandonó la pelea llorando ante la enorme diferencia de poder en los golpes, un asunto delicado que debe ser tratado con mayor seriedad y respeto, más aun atendiendo a que la boxeadora intersexual argelina Imane Khealif, poseía el antecedente de haber sido descalificada del Campeonato Mundial de Boxeo por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) el año anterior debido a los altos niveles de testosterona registrados en sus análisis previos a la competencia; hay otra boxeadora en condiciones similares, se trata de la taiwanesa Lin Yu-ting, veremos qué decisión se toma desde el COI al respecto.
Los juegos olímpicos están promediando su desarrollo y lamentablemente no solo las noticias de grandes hazanas deportivas circulan por el mundo, nadie es perfecto, aunque aquí parece que se ha cruzado un límite sensible que atenta en una buena proporción contra la principal fiesta deportiva mundial.
Saludos
The Olympics of Controversy
This XXXIII edition of the Olympic Games, which for the third time are taking place in Paris, the capital of France, has brought us a good number of controversies and controversial events that do not escape the attention of those who see beyond the sporting events.
Before the start of the grand event, there was unpleasant news about the "cleaning" of the streets of homeless people living in the open air, they were put in large buses and taken to an uncertain destination, something like sweeping the trash under the carpet. That was not the only thing, there were several similar events, one of them that I remember right now was the controversy with the Seine booksellers who have been selling books in that place for hundreds of years.
And the bad omens about a peaceful and immaculate development began at the opening party itself, which had to be held under heavy rain that threatened the smooth running of the celebration; I wish that had been the only problem, but no, the show, perhaps seeking to break away from the conventional, ended up starring in some events that provoked criticism from a large number of people and communities, mainly about that drag representation of the Last Supper that bordered on bad taste and a lack of respect for the symbols of one of the most important religions on the planet, Catholicism. The artists and singers who represented it ended up apologizing, but the damage was already done.
This opening ceremony broke with another tradition, which is that it was not held in the Olympic stadium. In my opinion, the city was given a leading role instead of the protagonists, who are the athletes and the main actors in any Olympic game. And since we are talking about traditions, many people also did not like the fact that the cauldron that houses the iconic Olympic flame is in a balloon suspended in the sky, something nice, and novel, but which at the same time does not convince us completely.
Another major inconvenience was the decision to use the Seine River for the men's and women's Triathlon events. The women's event was held without any innovations (at least they were not announced). Still, the men's event had to be postponed beyond the date scheduled in the official calendar precisely because of the pollution that was overwhelmed by the rains that caused the increase of harmful bacteria for the human organism. Despite everything, the event was carried out the next day when the decrease of these contaminating organisms was confirmed.
There are also annoying and controversial situations in the sports field. In the days since the beginning of the biggest sporting event in the world, there have been expulsions of all kinds, from some athletes to technical directors, parents of athletes, and even judges, for different reasons that do not make sense to highlight at this time but that can be found explained in great detail in any journalistic media that is covering the competition.
There has been confusion in some presentations before competitions, such as when the Argentine swimmer Macarena Ceballos entered the Olympic pool and the Chinese flag was mistakenly shown on the screens. This was not the only case. There were several others in award ceremonies, where flags and national anthems of different countries were confused with those of the winning athletes. This is inexplicable, something that does not fit with the supposed order, seriousness, and planning of a country belonging to the world elite with a lot of time and resources to organize the event.
Yesterday, a new scandal arose, although, to be honest, it escapes the French organization, but not the IOC. In a boxing match in which an Algerian trans athlete participated, her Italian competitor abandoned the fight in tears due to the enormous difference in power in the blows, a delicate matter that must be treated with greater seriousness and respect, even more so considering that the Algerian intersex boxer Imane Khealif had the history of having been disqualified from the World Boxing Championship by the International Boxing Association (IBA) the previous year due to the high levels of testosterone recorded in her pre-competition analyses; there is another boxer in similar conditions, it is the Taiwanese Lin Yu-ting, we will see what decision is taken by the IOC in this regard.
The Olympic Games are halfway through their development and unfortunately, the news of great sporting feats circulates the world, nobody is perfect, although here it seems that a sensitive limit has been crossed that threatens to a large extent the main world sporting event.
Héctor Gugliermo
@hosgug