En la época en que los teléfonos celulares todavía no dominaban el mundo, los chicos que asistían al colegio eran obsequiados por sus maestros y profesores con una gran cantidad de tareas, incluso los fines de semana. Los padres no se quejaban, aunque cueste creerlo y a nadie se le ocurría protestar o directamente no cumplir con la consigna asignada.
Recuerdo que para conmemorar un 25 de mayo, fecha patria en mi país, la maestra de 4to. grado de mi hija mayor le asignó la tarea de confeccionar una maqueta del cabildo, edificio histórico de la época de la colonia que se encuentra emplazado en la también histórica plaza de mayo, llamada de esa manera en virtud de los movimientos independentistas que se desarrollaron en sus inmediaciones en ese mes del año 1810.
Había que presentar la mencionada miniatura el lunes 22 y teníamos todo el fin de semana para confeccionarla. Dio la casualidad que el hermano de mi esposa, eximio dibujante y alumno avanzado en la carrera de arquitectura de la universidad de Buenos Aires, pasara por casa y por supuesto se ofreció a confeccionar el plano y el dibujo del cabildo que luego mi hija cortaría y armaría en una réplica de la plaza. Quedó hermoso y el lunes se presentó orgullosa con su trabajo (y la colaboración de toda la familia). Por alguna causa no del todo establecida, una compañera se enojó y se la rompió arguyendo que era algo comprado o copiado y que además era fea. Pero la maestra le puso la nota más alta, dijo que se notaba el enorme trabajo y sacrificio empleado en su diseño y construcción.
Este fin de semana, Williams mostró un video donde se observa a todo su personal trabajando a destajo en la reconstrucción de los dos autos de la escudería que fueron destruidos en un fin de semana para el olvido durante los entrenamientos, clasificación y carreras que se desarrollaron en Brasil dos semana atrás.
Ambos bólidos quedaron muy rotos y muchas piezas debieron ser retiradas, reconstruidas manualmente y vueltas a colocar para que todo estuviera dispuesto para el próximo fin de semana en Las Vegas, escenario de la próxima carrera de F1.
La tarea fue cuidadosamente planificada y dividida en partes entre todos los integrantes del cuerpo de ingenieros y mecánicos que debieron trabajar a destajo y por mucho más tiempo de lo que los horarios laborales indican, para concluir las tareas previstas.
Cuando el próximo viernes los autos salgan a rodar, el público observará que todo es como debe ser, los Williams estarán relucientes y prolijos como si nada hubiera ocurrido y la mayoría del público ni siquiera sabrá que detrás de ello hubo una tarea descomunal, desarrollada por personal talentoso con grandes restricciones presupuestarias.
Muchas veces no se observa el trabajo, solo el resultado; se juzga si se ve bien o no tanto, si es rápido o lento, si dobla bien o mal.
No hay una maestra que ve más allá de sus ojos, es por eso que me resulta grato destacar el sacrificio de aquellos que solo hacen su trabajo, en la escuela, en el banco, en el local de venta de ropa o en los talleres de un equipo de Fórmula 1.
Everything is very nice
At a time when cell phones had not yet taken over the world, children who attended school were given a large amount of homework by their teachers, even on weekends. Parents did not complain, even if it was hard to believe, and no one thought of protesting or not complying with the assigned task.
I remember that to commemorate May 25, a national holiday in my country, my eldest daughter's 4th-grade teacher assigned her the task of making a model of the cabildo, a historic building from the colonial era that is located in the also historic Plaza de Mayo, named in this way due to the independence movements that took place in its vicinity in that month of the year 1810.
The aforementioned miniature had to be presented on Monday the 22nd and we had the whole weekend to make it. It just so happened that my wife's brother, an excellent draftsman and advanced student in the architecture program at the University of Buenos Aires, came by the house and of course, offered to make the plan and drawing of the town hall that my daughter would later cut out and assemble into a replica of the square. It turned out beautiful and on Monday she proudly presented her work (and the collaboration of the whole family). For some reason not entirely clear, a classmate got angry and tore it up, arguing that it was something bought or copied and that it was also ugly. But the teacher gave it the highest grade, saying that the enormous work and sacrifice put into its design and construction was evident.
This weekend, Williams showed a video where all of its staff can be seen working overtime to rebuild the team's two cars that were destroyed in a weekend to be forgotten during the training, qualifying, and races that took place in Brazil two weeks ago.
Both cars were badly damaged and many parts had to be removed, manually rebuilt, and put back together so that everything would be ready for next weekend in Las Vegas, the scene of the next F1 race.
The task was carefully planned and divided into parts among all the members of the engineering and mechanical team who had to work hard and for much longer than their work schedules indicated, to complete the planned tasks.
When the cars go out on the road next Friday, the public will see that everything is as it should be, the Williams will be shiny and neat as if nothing had happened and most of the public will not even know that behind it there was a huge task, developed by talented personnel with great budgetary restrictions.
Many times the work is not observed, only the result; it is judged if it looks good or not so good, if it is fast or slow, if it turns well or badly.
No teacher sees beyond her own eyes, that is why I find it pleasant to highlight the sacrifice of those who only do their job, at school, at the bank, at the clothing store, or in the workshops of a Formula 1 team.
Héctor Gugliermo
@hosgug