Pese a que no me gusta divulgar mis pronósticos sobre fútbol, reconozco que es muy difícil abstraerse de especular (quizás soñar) con resultados positivos para nuestros equipos favoritos y esperar que a los principales rivales no les vaya tan bien.
Somos humanos y queriendo o sin querer nos autoengañamos pensando que somos imparciales cuando en realidad, en la mayoría de las ocasiones, auguramos resultados favorables para los nuestros y para el reducido círculo de rivales simpáticos que creemos no amenazan nuestro camino al éxito. No hay nada de malo en ello, quizás apenas una pizca de egoísmo que todos tenemos. En todo caso no hacemos mal a nadie.
Ayer mis preferencias y por supuesto mis pronósticos estaban a favor de Venezuela y Argentina. Uno a uno.
Muchos años atrás, Bolivia tenía un reducto casi inexpugnable en la altura de La Paz, en el mítico estadio Hernando Siles en el barrio Miraflores. Allí tuvo algunos excelentes resultados, algo que contrastaba notablemente con los obtenidos de visitante. Era un equipo temido en la altura y Argentina sufrió en carne propia varias derrotas de su selección, especialmente jugando por las eliminatorias para los mundiales de fútbol. Pero no solo Argentina perdió en la altura de La Paz, también Uruguay y Brasil sucumbieron en varias oportunidades.
Recuerdo que, en el año 1973, en la disputa subcontinental para obtener una de las plazas disponibles para el mundial a realizarse en Alemania en 1974, la Argentina convocó a una selección suplente y la mandó a entrenar en la altura, primero en la provincia de Jujuy por un par de semanas y luego se trasladaron a la capital de Bolivia bastante tiempo antes del encuentro. El 23 de setiembre de 1973 se enfrentaron los "aclimatados" con los locales, la albiceleste logró el cometido, venció 1 a 0 con gol de Oscar Fornari, por entonces centro delantero de mi querido Lobo Platense. A esa selección se le puso el apodo de "fantasma" debido a que, por problemas organizativos y falta de recursos, la AFA y el periodismo se olvidaron de ella y hasta debieron realizar varios encuentros amistosos para conseguir fondos para pagar el hotel y alimentarse. Por supuesto recibieron la atención que se merecían cuando ganaron en Bolivia.
Con el correr de los años y los avances en la medicina y el conocimiento de como la altura afecta al cuerpo humano, las diferencias se achicaron y todos aprendieron como jugar a 3500 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, la presión en aquellos tiempos era tan grande que la FIFA prohibió jugar partidos internacionales por encima de los 2500 metros, cosa a la que Bolivia se opuso fervientemente y logró que todo quedara en la nada.
Ahora aumentaron la apuesta y pasaron a un estadio que se encuentra a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, parece que les ha dado resultado contra Venezuela, aunque un solo partido es muy poco para observar si nuevamente han logrado una ventaja.
Con respecto al partido entre Argentina y Chile se dio la "lógica", el equipo de mi país tenía ganado el encuentro por antecedentes, sin embargo, debía refrendarlo en el campo de juego que por otra parte estaba impecable, hasta puedo decir sin sonrojarme que me emocionó ver el estado en que el club Atlético River Plate presentó el césped, nada que envidiar al de los mejores estadios de Europa. Una pena que la FIFA le pusiera una sanción a la Argentina que debía pagarse con una parte del aforo vacío. No se entiende demasiado, hubiera sido preferible dejar que se llenara y cobrarle una parte, si la FIFA no necesita el dinero, podría haberlo donado a alguna fundación de caridad.
El encuentro se dio como se esperaba, Argentina dominando las acciones y Chile defendiendo con muchos y tratando de explotar el contragolpe. El dominio local era grande y tuvo varias ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo.
En la segunda parte todo cambió y el gol de Alexis MacAllister a los pocos minutos creo las condiciones ideales para que la selección albiceleste jugara más cómoda y sin tanta presión. En los últimos minutos, quizás por cansancio de los chilenos, vino el vendaval de juego y goles, la Argentina se floreó en todo el campo mostrando una superioridad abrumadora, como consecuencia llegaron los goles de Julián Álvarez y de Paulo Dybala. El público por demás contento, por supuesto.
Como dije en mi publicación de ayer, cada tanto presionaba el botón del control remoto para mirar algo del partido inaugural de la NFL, tal como esperaba de Argentina, lo mismo pensaba de los Chiefs que ganaron el encuentro frente a los Ravens estrenando de la mejor manera la defensa del título conseguido el año anterior.
Ahora que lo pienso mejor, quizás debí poner como título dos a uno.
One by one
Although I don't like to divulge my football predictions, I recognize that it is very difficult to stop speculating (perhaps dreaming) about positive results for our favorite teams and hoping that our main rivals don't do so well.
We are human and, whether we want to or not, we deceive ourselves into thinking that we are impartial when in reality, on most occasions, we predict favorable results for our team and for the small circle of sympathetic rivals that we believe do not threaten our path to success. There is nothing wrong with that, perhaps just a bit of selfishness that we all have. In any case, we do not hurt anyone.
Yesterday my preferences and of course my predictions were in favor of Venezuela and Argentina. One by one.
Many years ago, Bolivia had an almost impregnable stronghold at the height of La Paz, in the legendary Hernando Siles stadium in the Miraflores neighborhood. There they had some excellent results that contrasted notably with those obtained away from home. It was a team feared at altitude and Argentina suffered several defeats of its national team, especially when playing in the World Cup qualifiers. But not only did Argentina lose at altitude in La Paz, but Uruguay and Brazil also succumbed on several occasions.
I remember that, in 1973, in the subcontinental dispute to obtain one of the available places for the World Cup to be held in Germany in 1974, Argentina called up a substitute team and sent it to train at altitude, first in the province of Jujuy for a couple of weeks and then they moved to the capital of Bolivia quite some time before the match. On September 23, 1973, the "acclimatized" team faced the locals, the albiceleste achieved its goal, winning 1-0 with a goal by Oscar Fornari, then center forward of my beloved Lobo Platense. That team was given the nickname "ghost" because, due to organizational problems and lack of resources, the AFA and the press forgot about it. They even had to play several friendly matches to get funds to pay for the hotel and food. Of course, they received the attention they deserved when they won in Bolivia.
Over the years and with the advances in medicine and knowledge of how altitude affects the human body, the differences narrowed and everyone learned how to play at 3,500 meters above sea level. However, the pressure at that time was so great that FIFA prohibited playing international matches above 2,500 meters, something that Bolivia fervently opposed and managed to make everything come to nothing.
Now they have raised the stakes and moved to a stadium that is more than 4,000 meters above sea level, it seems that it has paid off against Venezuela, although one game is too little to see if they have again gained an advantage.
Regarding the match between Argentina and Chile, the "logical" thing happened: my country's team had won the match based on previous records, but it had to confirm this on the pitch, which was otherwise impeccable. I can even say without blushing that I was thrilled to see the state in which the Atlético River Plate club presented the pitch, which was in no way inferior to the best stadiums in Europe. It's a shame that FIFA imposed a fine on Argentina that had to be paid with part of the empty stadium. It's not very understandable, it would have been preferable to let it fill up and charge part of it, if FIFA didn't need the money, it could have donated it to a charity foundation.
The match went as expected, with Argentina dominating the action and Chile defending with many players and trying to exploit the counterattack. The local team dominated and had several wasted chances in the first half.
In the second half, everything changed and Alexis MacAllister's goal a few minutes later created the ideal conditions for the Albiceleste team to play more comfortably and without so much pressure. In the last few minutes, perhaps due to Chilean fatigue, the storm of play and goals came, Argentina flourished all over the field showing an overwhelming superiority, as a result of which Julián Álvarez and Paulo Dybala scored goals. The public was very happy, of course.
As I said in my post yesterday, now and then I press the button on the remote control to watch something from the NFL opening game, just as I expected from Argentina, I thought the same about the Chiefs who won the game against the Ravens, opening in the best way the defense of the title won the previous year.
Now that I think about it better, maybe I should have put the title two to one.
Héctor Gugliermo
@hosgug