Cuando volví a terapia, me pasó igual que la primera vez que fui, estaba mentalizado en resolver algunos problemas puntuales, pero terminé solventando otros que no sabía que tenía, que básicamente son la raíz de muchos de mis problemas emocionales internos, y que, luego de la sesión de hoy, definitivamente me despejó el camino para comenzar a sanar y comenzar a enfocarme en ser mil veces más productivo de lo que soy en este momento.

Este post lo quise hacer para decirle a todas las personas que me leen, que si nunca han ido a terapia, créanme que nunca es tarde y es más que necesaria para poder seguir adelante, hay mucha fortaleza dentro de cada uno de nosotros, pero, al no ser profesionales del área, pueden haber muchos factores que no nos ayuden a avanzar, algunos de estos inclusive pueden estar en nuestra cabeza sin que nosotros nos demos cuenta de ello, pues el subconsciente es muy poderoso y tenemos que tener eso en cuenta.

Mi mayor terapia del día de hoy fue sobre el control; siempre he sido una persona que ha querido controlar todo, tener una planificación de todo, además del hecho de tener una extrema necesidad de solventar errores, así no sean míos, siempre me gusta ayudar y encontrarle soluciones a problemas de personas cercanas, pero a veces termino absorbiendo muchas cosas que no me competen y eso genera cargas innecesarias en mis hombros que han terminado desequilibrándome emocionalmente.

Tuve que sacar un montón de cosas de mí, muchos rencores hacia personas que estuvieron en mi vida en el pasado por actitudes que no podía controlar y que dejé que me afectaran demás, perdonarme muchísimo y entender que no puedo controlar todo y que debo dejar que muchas cosas de mi vida y de la vida en general fluyan y busquen su camino de forma natural.

La primera vez que fui a terapia, aprendí algo importante sobre el cuerpo, y es el hecho de que, toda emoción que ocultamos, que no dejamos ir, que no conversamos y que no desahogamos, se somatiza de forma física y terminamos viéndonos afectados con problemas que están única y estríctamente vinculados a la parte afectiva-emotiva; cuando me hicieron hipnosis para poder desahogar algunas cosas, terminé sanando mi cuerpo mucho más de lo que sané mi mente y mis emociones, en esta ocasión fue igual.

Estuve somatizando muchas de mis emociones en mis manos, en mi garganta y en mi cervical, por eso estuve sufriendo de tanto dolor estos días y no lo sabía, yo pensaba que habían sido malos movimientos, que habían sido problemas y lesiones de antes que volvían a aparecer en mi vida y cosas así, pero resulta que no.

En este momento, mientras escribo esto, me siento increíblemente mejor, con una cantidad abismal de sueño, pero ese sueño es por relajación y liberación de mi ser, porque siento que he vuelto a nacer y que puedo comenzar de nuevo a hacer todos mis objetivos, comenzará algo increíble en mi vida a partir de este momento.