El último día
Fotografía de un mural, tomada por @lanzjoseg
Pocas cosas hacían sentir bien a Camila, entre estas estaba la satisfacción del deber cumplido, una noche de sueño ininterrumpido, o simplemente comer algo que deseaba desde hace tiempo, vivía su vida con prudencia, sin sobresaltos frenéticos de amores pasajeros, ni compromisos familiares que le provocarán pérdidas d tiempo en sus días libres, sin embargo, el estrés se había apoderado de ella desde hacía unos dos años.
Se encontraba teniendo responsabilidades completamente absurdas, lo que comenzó como una pasantías, en un par de años se había convertido en un trabajo fijo y de rápido ascenso, a su edad ya era la mano derecha del jefe del departamento de marketing de la empresa, pero esto en lugar de ser un logro prometedor en el aspecto económico y profesional, había desembocado en una actividad tediosa, donde la aburría todas las veces que tenía que recurrir a horas extra, llegando a casa completamente cansada como para comer algo decente, pidiendo a domicilio y acostándose con la ropa puesta en el sofá del apartamento.
Sin embargo, en una mañana de esas frías en las que tenia que levantarse temprano, bañarse y vestirse para una vez más ir a la oficina, tomó la importante decisión de renunciar, así antes de tener el café listo ya había escrito su carta de renuncia y preaviso, la causa era su salud, mientras se cepillaba los dientes había observado toda la colección de frascos de píldoras que debía tomar para volverse funcional, desde el tratamiento para la migraña hasta los antiespasmódicos y antiácidos, no podía soportar que su cuerpo continuase su deterioro a causa de la infelicidad de un empleo, que aunque fue su anhelo por un buen tiempo ahora le estaba acortando la vida.
No tuvo que dar largas al asunto, asistió al trabajo y una hora antes de que se cumpliera la jonada pidió hablar con su jefe, entregó su carta y salió de la oficina, de regreso colocó música en sus audífonos, cantaba, veía la noche y sus luces como señales de lo colorido que sería su vida de ahora en adelante, cerraba los ojos y podía sentir el cuento en su cara mientras caminaba saliendo de la estación de tren, por primera vez en muchos años se sentía libre y limpia como una hoja en blanco que se toma pare ser escrita con nuevas aventuras y retos por vivir.
Esta es mi participación en el Concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Invito a participar a @yetsimar @jessiencasa