Cuando mi mamá regaló el árbol, lo único que me dolió un poco fue los peluches, no le di importancia a que no quedáramos sin árbol de navidad en la casa, pero el destino a veces nos tiene preparadas grandes sorpresas, la primera es que yo tuve a mi hijo, aunque también le enseñé que soy yo la que compra los regalos, desde que él tuvo edad para ver televisión y caricaturas, le ha encantado la navidad , los adornos y todo los relacionado.
Pasaron los años y cada año mi hijo se emocionada más con la navidad, sobre todo desde que empezó a ir a la escuela, hoy mi hijo tiene 7 años, acude al segundo grado de primaria y este año he comprado un árbol navideño para decorarlo con él, cambiando por completo mi forma de ver las cosas, es decir sigo en contra del consumismo, pero un árbol para mi hijo significa la oportunidad de guardar bonitos recuerdos , así como yo viví aquellos bellos momentos en mi infancia al poner el árbol tantas veces.
Puedo decir entonces que, este año 2022 el árbol navideño vuelve a mi casa, lo disfrutaré todo el tiempo que pueda con mi hijo y aunque una decoración navideña no cambiará nuestras vidas, puede traernos alegría, ese sentimiento tan bonito que muchas veces tenemos presente en la niñez pero que a medida que crecemos se va disipando debido a la preocupaciones de la vida adulta.
Esta es mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Invito a participar a @tsunsica
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