Llegamos a edición número #12 de la saga de autoconocimiento titulada ¿Quién Soy? ofrecida por la amiga usuaria @damarysvibra, en esta semana el tema nos sumerge en nuestras ”potencialidades”, aquellas que están ahí latentes esperando materializarse.
“El error deja de serlo cuando en el proceso de cometerlo aprendimos algo nuevo, entonces ese ‘error’ dio paso a un nuevo conocimiento, uno que aplicaremos en la vida en más de una instancia”.
A medida que crecemos nacen nuevas inquietudes, sentimos que podemos tener algún talento en una disciplina, esta puede ser variada yendo desde lo artístico a lo culinario, dones en la pintura, donde sin darnos cuenta logramos plasmar lo que está en nuestra mente.
Otras tantas ese talento es mediante las letras, creaciones de un sin fin de relatos, nuevos mundos que inspeccionar y romances en los cuales sumergirnos de forma romántica.
Aquellos talentos que también florecen en cada nota y acorde, y claro está, también mediante ricas preparaciones sean dulces o saladas, esas que llegan directo a nuestra pancita.
Pero en medio de todos estos dones casi siempre suele estar presente la siguiente palabra, “acaso crees que tienes el talento necesario”, aquella frase derrumba nuestro castillo de ilusiones, tira abajo cada esfuerzo aplicado y nos sumerge en la disyuntiva de “acaso soy lo suficientemente buena para esto”.
Esto no solo aplica a esos talentos, muchos dormidos esperando despertar y ver la luz algún día, esto también aplica a los sueños, esos que teníamos de niños, esos donde queríamos ser tantas cosas y al crecer optamos por algo distinto, transitamos en un camino donde aquel sueño se estancó, se quedó quizás tatuado en la hoja de un viejo cuaderno, de ese que teníamos cuando éramos unos inocentes niños.
Cuando crecemos y olvidamos aquellas “potencialidades” que presentabamos en la infancia, nos preguntamos qué sucedió, en qué momento olvidé lo que me hacía feliz, en qué momento olvidé mi esencia y en qué momento abandoné mis convicciones.
Es ahí cuando ya tenemos la actitud y carácter de hacer frente a los dichos de terceros, cuando podemos defender nuestro “sueño” es cuando avanzamos a la felicidad personal, no una que depende de nuestra familia, sino a una que depende netamente de nosotros.
Mirar con fuerza y convicción de que alcanzar aquella meta pasada no es por capricho, sino porque es algo que me hará feliz, sentirme plena conmigo misma y no para encajar en lo que diga el resto.
Una vez que nos hemos dado cuenta que tenemos la “aptitud” para dicha labor solo resta poner toda la fuerza posible. Acá no importaran los años, para realizar lo que nos gusta solo hace falta querer hacerlo, hacerlo con toda la pasión y entrega.
Desde niña quise ser maestra o por lo menos enfocarme en alguna rama de la enseñanza, un anhelo que en juventud no pudo ser. Sin embargo al ser madre descubrí que esta aptitud estaba latente y más que despierta, lista para ser usada en la mejor manera que pudiese ser.
Comenzamos a practicar el homeschooling con mi hija mayor, estudiamos primer año de primaria solas, mi única guía fue el currículum nacional de mineduc, solo aparecían los objetivos de aprendizajes y con la base me lance a esas aguas en las que siempre quise nadar.
Este año cursamos juntas segundo grado de enseñanza básica, y tal cual ocurrió el año anterior la inscribí para realizar sus exámenes libres, aprobó en ambas instancias y créanme qué llore como una niña cuando recibe el juguete que quería.
Hace ya un par de meses la oportunidad de lograr esta meta se materializó de forma efectiva. Obtuve una beca para estudiar asistencia de aula, esto me facultará para brindar mi ayuda en una sala de clases, ya sea presencial o hasta virtual, creando guías para los profesores.
Las primeras semanas de psicología me reflejaron muchos puntos, modifique conductas para con mis hijas, un arma poderosa tanto para una asistente como para una madre en casa.
Esta semana de lleno en ”didáctica de lenguaje”, aprendiendo desde cero como dar un buen apoyo en el inicio de la lectoescritura, en cada clase pregunto y tomo apuntes para llevar a buen puerto esta maravillosa oportunidad.
–”Tiene usted aptitudes para la enseñanza”– dijo mi profesora, la señora Marcela Hermosilla, no corazón casi salía del pecho, y es que trato de ser muy participativa en cada clase.
A mis ya cuarenta y dos años emprendo el viaje qué estaba pausado, abro mi potencialidad en este ámbito, entrego todo mi esfuerzo con amor, busco llegar a ese puerto con alegría interior y exterior y como una vez hace años me dije a mi misma llorando “querer es poder y yo QUIERO”.
English
We have reached edition #12 of the self-knowledge saga entitled Who I Am offered by user friend @damarysvibra, this week the theme immerses us in our "potentialities", those that are there latent waiting to materialize.
"The mistake ceases to be a mistake when in the process of making it we learned something new, then that 'mistake' gave way to a new knowledge, one that we will apply in life in more than one instance."
As we grow up new concerns are born, we feel that we may have some talent in a discipline, this can be varied ranging from the artistic to the culinary, gifts in painting, where without realizing it we manage to capture what is in our mind.
Other talents are through writing, creating endless stories, new worlds to inspect and romances in which to immerse ourselves in a romantic way.
Those talents that also flourish in every note and chord, and of course, also through rich preparations, sweet or savory, those that go straight to our tummy.
But in the midst of all these gifts is almost always the following word, "do you think you have the necessary talent", that phrase collapses our castle of illusions, pulls down every effort applied and plunges us into the dilemma of "am I good enough for this".
This not only applies to those talents, many of them asleep waiting to wake up and see the light someday, this also applies to dreams, those we had as children, those where we wanted to be so many things and when we grew up we opted for something different, we went on a path where that dream stagnated, perhaps it was tattooed on the page of an old notebook, the one we had when we were innocent children.
When we grow up and forget those "potentialities" that we had in childhood, we ask ourselves what happened, when I forgot what made me happy, when I forgot my essence and when I abandoned my convictions.
It is then when we have the attitude and character to face third party sayings, when we can defend our "dream" is when we advance to personal happiness, not one that depends on our family, but one that depends purely on us.
To look with strength and conviction that reaching that past goal is not on a whim, but because it is something that will make me happy, to feel fulfilled with myself and not to fit in with what others say.
Once we have realized that we have the "aptitude" for this task, we just need to put all the strength we can. Here the years will not matter, to do what we like we only need to want to do it, to do it with all the passion and dedication.
Since I was a child I wanted to be a teacher or at least focus on some branch of teaching, a desire that in my youth could not be. However, when I became a mother I discovered that this aptitude is latent and more than awake, ready to be used in the best way it could be.
We began to practice homeschooling with my eldest daughter, we studied first grade alone, my only guide was the national curriculum of mineduc, only the learning objectives appeared and with that I launched myself into those waters in which I always wanted to swim.
This year we are in the second grade of elementary school together, and just like last year I registered her to take her free exams, she passed in both instances and believe me I cried like a little girl when she received the toy she wanted.
A couple of months ago the opportunity to achieve this goal effectively materialized. I got a scholarship to study classroom assistance This will enable me to provide my help in a classroom, either face-to-face or even virtual, creating guides for teachers.
The first few weeks of psychology reflected many points for me, I modified behaviors with my daughters, a powerful weapon for both an assistant and a mother at home.
This week I am fully engaged in "didactics of language ", learning from scratch how to give good support in the beginning of reading and writing, in each class I ask and take notes to bring this wonderful opportunity to fruition.
-You have an aptitude for teaching," said my teacher, Mrs. Marcela Hermosilla, my heart almost leapt out of my chest, and I try to be very participative in every class.
At my forty-two years old I undertake the journey that was paused, I open my potential in this area, I give all my effort with love, I seek to reach that port with inner and outer joy and as once years ago I said to myself crying "to want is to be able to and I WANT".