ENGLISH VERSION
In a quiet city park, an older woman staggered along, showing signs of senility. Her name was Clara, and her mind had become filled with fuzzy memories and constant forgetfulness. As she stumbled through the trees, she encountered a young, dark-haired stranger walking her majestic black dog.
The young woman, named Laura, noticed Clara's blank stare and approached with a friendly smile. —¿Are you okay?— she asked worriedly. She looked at Laura with glazed eyes and nodded slowly. The dog's presence attracted her attention, and without hesitation, she reached out her trembling hand to pet the animal. The dog gladly accepted the unexpected affection.
The young girl was touched by the old woman's tenderness towards her dog and decided to accompany her during her walk in the park. As they walked together, Clara told her little anecdotes of her youth, but her memory was intertwined with reality, and the story became confusing at times.
VERSIÓN ESPAÑOL
En un tranquilo parque de la ciudad, una mujer mayor caminaba tambaleándose, mostrando signos de senilidad. Su nombre era Clara, y su mente se había llenado de recuerdos difusos y olvidos constantes. Mientras daba tumbos entre los árboles, se encontró con una joven desconocida de cabello oscuro, que paseaba a su majestuoso perro negro.
La joven, llamada Laura, notó la mirada perdida de Clara y se acercó con una sonrisa amable. —¿Estás bien?—, preguntó preocupada. Ella miró a Laura con ojos vidriosos y asintió con lentitud. La presencia del perro atrajo su atención, y sin dudarlo, extendió su mano temblorosa para acariciar al animal. El perro aceptó gustoso el cariño inesperado.
La joven se conmovió por la ternura de la anciana hacia su perro y decidió acompañarla durante su paseo por el parque. A medida que caminaban juntas, Clara le contaba pequeñas anécdotas de su juventud, pero su memoria estaba entrelazada con la realidad, y la historia a ratos se volvía confusa.
They both sat down on a park bench to rest. It was at that moment that Laura noticed the dog's badged collar, which was engraved with "Clara - Name and phone number". With sadness and helplessness, she realized that she was petting her own dog without recognizing it. She restrained herself from revealing the truth and decided to play the role of the stranger. It was evident that the old woman needed company and Laura was willing to provide it, even if it was in the skin of a stranger.
Days passed, and Laura continued to visit Clara in the park, together they walked, laughed and shared precious moments. Despite Clara's constant forgetfulness, the young woman never let her frustration get the better of her. She knew she was doing the right thing by keeping the secret of her identity and relationship with her. One day, as they shared an ice cream, the older woman looked at Laura fondly and said, "You are like a daughter to me, thank you for always being here." Then she shared with her a strange dream she had had the night before, in which Clara remembered having a loving dog and a lovely daughter. However, the unusual thing was that she didn't know what had happened to them in reality. She was overwhelmed by the intensity of the memories and the feeling of loss, even though in her waking life she had no concrete recollection of having a pet or a daughter. Those words struck Laura's heart, and in that instant, she knew she had made the right decision. It didn't matter that her mother didn't recognize her as her daughter; what really mattered was the special connection they had formed.
However, fate had a surprising twist in store. A doctor in the park recognized Clara and approached them. The girl became nervous, but the doctor smiled sympathetically and explained that he was the specialist who had been treating Clara.
—It's sad, but his disease is progresista rapidly—said the doctor—.It's normal for him to confuse people and his own dog.
Laura nodded sadly while Clara kept smiling without fully understanding the situation. Then the doctor handed her a card with an address and phone number. —If you need support or have any questions, don't hesitate to call me—he said.
Both women found a special and meaningful bond that united them: the majestic black dog and, of course, the park, a place where two souls met and helped each other, no matter what time and memory might change.
Ambas se sentaron en un banco del parque a descansar. Fue en ese momento cuando Laura observo el collar con una placa en el cuello de el perro, que llevaba grabado "Clara - Nombre y número de teléfono". Con tristeza e impotencia, se dio cuenta de que está estaba acariciando a su propio perro sin reconocerlo. Se contuvo para no revelar la verdad y decidió jugar el papel de la desconocida. Era evidente que la anciana necesitaba compañía y Laura estaba dispuesta a brindárselo, aunque fuera en la piel de una extraña.
Los días pasaron, y Laura continuó visitando a Clara en el parque, juntas paseaban, reían y compartían momentos preciosos. A pesar de los constantes olvidos de Clara, la joven nunca dejó que su frustración la invadiera. Sabía que estaba haciendo lo correcto al mantener el secreto de su identidad y relación con ella. Un día, mientras compartían un helado, la anciana miró a Laura con cariño y dijo: "Eres como una hija para mí, gracias por estar siempre aquí". Entonces le compartió un extraño sueño que había tenido la noche anterior, en el , Clara recordaba haber tenido un perro cariñoso y una hija encantadora. Sin embargo, lo inusual era que no sabía qué había pasado con ellos en la realidad. Se sentía abrumada por la intensidad de los recuerdos y el sentimiento de pérdida, aunque en su vida consciente no tenía ningún recuerdo concreto de tener una mascota o una hija. Esas palabras golpearon el corazón de Laura, y en ese instante, supo que había tomado la decisión correcta. No importaba que su madre no la reconociera como su hija; lo que realmente importaba era la conexión especial que habían formado.
Sin embargo, el destino tenía preparado un giro sorprendente. Un médico en el parque reconoció a Clara y se acercó a ellas. La chica se puso nerviosa, pero el médico sonrió comprensivamente y le explicó que era el especialista que había estado tratando a Clara.
—Es triste, pero su enfermedad avanza rápidamente—dijo el médico.—Es normal que confunda a las personas y a su propio perro.
Laura asintió con tristeza mientras Clara seguía sonriendo sin entender del todo la situación. Luego, el médico le entregó una tarjeta con una dirección y número de teléfono. —Si necesita apoyo o tiene alguna pregunta, no dude en llamarme—dijo.
Ambas mujeres encontraron un lazo especial y significativo que las unía: el majestuoso perro negro y, por supuesto, el parque, un lugar donde dos almas se encontraron y se ayudaron mutuamente, sin importar lo que el tiempo y la memoria pudieran cambiar.
I have written this story to explore the painful paradox of a woman who, in a tragic twist of fate, forgets both her faithful dog and her beloved daughter, plunging into an abyss of lost memories that she never manages to recover.
Anyway I am only trying to bring out what is intertwined in my mind.
He escrito esta historia para explorar la dolorosa paradoja de una mujer que, en un trágico giro del destino, olvida tanto a su fiel perro como a su querida hija, sumergiéndose en un abismo de recuerdos perdidos que nunca consigue recuperar.
En fin, sólo intento sacar a la luz lo que se entremezcla en mi mente.