English Versión
Life takes us very fast, family, work, household chores, and we spend a large part of our time doing other things. Then we get into a loop that sometimes we get a bit overwhelmed, and I say this mainly for myself, although I know that many people probably feel the same way.
The best thing for this, to get out of the routine, so I decided to break the cycle and accept an invitation from my sister to take my little girl and I out for a few hours with her.
The Metropolitan Park is one of the most beautiful places in the city. The Almendares river flows through here and is where the Havana forest is located, a very peaceful green space with lush vegetation in the surrounding area. There is also an amusement park here, I have brought my two children here at different times and it is always a very pleasant visit. Although I had never visited it at night, but now it is all very different and at night it is just as beautiful as during the day and almost as well lit!
They have opened several restaurants, a pizzeria, an ice cream parlour and a bar-restaurant, all around the river bank with the beautiful view of the surroundings which was what I missed the most as it was at night. There are also several amusement rides for the kids to have fun. Children don't sit at a table for long, they get bored quickly. Mine didn't even sit down. She just saw that there were kids playing and didn't want to sit down for a minute, not even to wait for the ice cream.
The beauty of this place is not only the vegetation, I really liked all the decoration. There was even a dinosaur guarding the entrance (harmless) and a big wooden chair, very big! Verified, my little girl is not afraid of heights.
Next to the ice-cream parlour is the bar-restaurant, with a rustic and slightly vintage design, with large wooden seats and large, comfortable red ones. If it had been daytime, the view of the river would have been beautiful.
Here was where we spent the most time sharing and having a nice time, talking about more trivial things away from the day to day problems. A different night in my weekly routine that my little girl and I were very grateful for. The best moments are always when you are with your family.
I hope you enjoyed the tour of this beautiful place, for me it was a change that I was very grateful for.
Versión en Español
La vida nos lleva muy deprisa, familia, trabajo, quehaceres del hogar, y pasamos gran parte de nuestro tiempo dedicándoselo a otras cosas. Entonces nos sumimos en un bucle que a veces nos agobia un poco, y esto lo digo principalmente por mí, aunque sé que a muchos seguro les sucede parecido.
Lo mejor para esto, salir de la rutina, así que decidí romper el ciclo y aceptar una invitación de mi hermana para irnos mi niña y yo con ella unas horas de paseo.
El parque Metropolitano es uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Por aquí pasa el río Almendares y es donde se encuentra el bosque de La Habana, un espacio verde muy tranquilo con una exuberante vegetación en los alrededores. Aquí también hay un parque de diversiones, he traído a mis dos hijos en diferentes épocas y siempre es una visita muy agradable. Aunque nunca lo había visitado en la noche, pero ahora está todo muy diferente y de noche es tan bonito como de día ¡y casi igual de bien iluminado!
Han abierto varios locales gastronómicos, una pizzería, una heladería y un bar restaurante, todo alrededor de la ribera del río con la hermosa vista de los alrededores que fue lo que más extrañé por ser de noche. También hay varios aparatos de diversiones para que los niños pasen un rato entretenido. Los niños duran poco tiempo sentados a una mesa, se aburren rápido. La mía ni siquiera se sentó. Solo vio que había niños jugando y no quiso estar sentada ni un minuto, ni siquiera para esperar por el helado.
Lo bonito de este lugar no es solo la vegetación; me gustó mucho toda la decoración. Había hasta un dinosaurio custodiando la entrada (inofensivo) y una gran silla de madera, ¡muy grande! Comprobado, mi niña no les tiene miedo a las alturas.
Al lado de la heladería está el bar-restaurante, con un diseño rústico y un poco vintage, con grandes asientos de madera y otros de color rojo amplios y muy confortables. De haber sido de día la vista del río hubiera sido preciosa.
Aquí fue donde más tiempo estuvimos compartiendo y teniendo un momento muy bonito, hablando de cosas más triviales alejadas de los problemas del día a día. Una noche diferente en mi rutina semanal que agradecimos mucho mi niña y yo. Los mejores momentos son siempre cuando se está acompañado de la familia.
Espero que hayan disfrutado del recorrido por este bello lugar, para mí fue un cambio que agradecí mucho.
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