En 1996 fuimos sorprendidos cuando el Premio Nobel de Literatura le fuera entregado a una poeta desconocida para muchos, y de nombre casi impronunciable: Wislawa Szymborska. Se trataba de una poeta polaca, que para entonces había publicado cerca de nueve poemarios, y cuya vida había transcurrido en la ciudad de Cracovia, bajo el régimen comunista, e incluso luego que este dejara de existir a partir de 1991, hasta su muerte, el 01 de febrero de 2012.
Revelada para muchos de nosotros a partir del Nobel, fuimos leyendo entregas parciales de su obra poética en revistas y suplementos literarios. En mi caso, solo pude acceder a un libro suyo en el 2010, poemario que fuera publicado por una editorial independiente venezolana.
No puedo decir que la poesía de Szymborska sea de fácil lectura, pues su ejercicio de la ironía es tan acentuado que puede descolocarnos. Paradójicamente sucede esto con una poesía que está escrita con un estilo coloquial, prosaico, que hace uso de las “frases hechas” y el humor, y que habla, en general, de escenas muy cotidianas. En esta conjunción entre ironía, cotidianidad y lenguaje corriente está su aporte, que se inscribe en una tendencia de la poesía contemporánea de raíz anglohablante, y que tuvo importantes cultivadores en la poesía polaca en escritores como Czesław Miłosz, por ejemplo, también Premio Nobel de Literatura.
En alguna entrevista Szymborska afirma que toda poesía tiene en su origen el amor, y en su obra se manifiesta de modo peculiar. He decidido en este sencillo recordatorio, a propósito de los diez años de su muerte, reproducir tres poemas breves, para no abusar de su lectura, tomados del libro arriba indicado: Amor feliz y otros poemas.
Si
Si las cosas hablaran
–pero si hablaran, también podrían mentir.
Sobre todo las más corrientes y poco apreciadas,
para llamar finalmente la atención.Da pánico pensar
qué me diría tu botón descosido,
y a ti, la llave de mi puerta,
esa vieja mitómana.
Recuerdos
Estábamos charlando
y callamos de repente.
Había aparecido en la terraza una muchacha
¡qué belleza!,
demasiado bella
como para nuestra tranquila estancia allí.Bárbara miró apresurada a su marido,
Krystina puso la mano instintivamente
sobre la mano de Zbyszek.
Yo pensé: te llamo,
por ahora –te diré– no vengas,
acaban de anunciar varios días de lluvia.Sólo Agnieszka, viuda,
saludó a la bella con una sonrisa.
Perspectiva
Se cruzaron como dos desconocidos,
sin gestos ni palabras,
ella de camino a la tienda,
él de camino hacia el coche.Quizá entre la consternación,
o el desconcierto,
o la inadvertencia,
de que por un breve instante
se amaron para siempre.No hay sin embargo garantía
de que fueran ellos.
Quizá de lejos sí,
pero de cerca para nada.Los vi desde la ventana,
y quien mira desde arriba
se equivoca con mayor facilidad.Ella desapareció tras una puerta de cristal,
él subió al coche
y arrancó rápidamente.
Así que no pasó nada
ni siquiera si pasó.Y yo sólo por un momento
segura de lo que vi,
intento ahora en un poema casual
convencerlos a Ustedes, Lectores,
de que aquello fue triste.
***
Estos tres poemas abordan el amor desde situaciones y perspectivas diferentes; no obstante, destacan en ellos la común presencia de lo cotidiano, de la que ese sentimiento complejo que es el amor surge en una visión que nos enriquece. Desde la conciencia de lo que las pequeñas cosas guardan o esconden en una relación amorosa, pasando por la sorpresa ante la belleza que nos seduce con su libertad y celebramos, hasta esa imaginación de lo efímero del encuentro amoroso o de su inevitable disolución, la voz poética de Wislawa Szymborska nos redescubre el amor con su sutil ironía.
Referencias
Szymborska, Wislawa (2010). Amor feliz y otros poemas. Caracas: bid & co. editor.
https://es.wikipedia.org/wiki/Wis%C5%82awa_Szymborska