Saludos queridos amigos de @hivefood. Siempre es un placer para mí compartir con ustedes mis preparaciones que aunque son sencillas, son deliciosas porque las hago con amor y creo que ese es el ingrediente secreto para que, a la hora de cocinar todo quede rico.
Antes de compartir mi receta quiero escribir un poco sobre las nuevas reglas de la comunidad, estoy de acuerdo con estas nuevas reglas porque particularmente reconozco que debo esforzarme por escribir más cantidad de palabras. Sinceramente me esfuerzo y le dedico mucho tiempo a la composición de las imágenes y fotos que publico, pero al momento de escribir creo que me quedo sin palabras o no sé que más escribir pues mis preparaciones son bastantes sencillas. Sin más que agregar, ahora así les voy a echar el cuento de las lentejas.
Las preparé hace unos días y fue una corredera, estaba apurada por terminar de cocinar porque venía a mi casa una chica a ponerme un sistema de uñas pues al día siguiente yo tenía un evento especial.
En fin puse a cocinar las lentejas y mientras estás hervían me puse a cortar los aliños que encontré en mi nevera: cebolla, ajo porro, pimentón y ajo. He aprendido que con poca variedad de aliños, pero con la cantidad precisa la comida queda deliciosa.
En la familia es costumbre que al preparar cualquier comida (sopa, caraotas, lentejas, guisos) primero se sofríen los aliños luego a estos se les agregan condimentos como comino, salsa de soya y salsa de ajo, todo para realzar el sabor.
A continuación agregué los huesos ahumados de cochino al sofrito. Esto con la intención de que los huesos suelten olor y sabor.
Cuando las lentejas estaban en pleno hervor, agregué los aliños y huesos ya sofritos, también corté 2 papás en cuadritos y se las agregué. Dejé cocinar por alrededor de 15 minutos más.
Así estuvo lista olla de Lentejas. Por cierto que ese día tenía la opción de preparar otra comida, pero puse a Jeremías a elegir, ya sabía que elegiría las lentejas, ja, ja, ja. Es su comida favorita, gracias a Dios no se aburre de las lentejas porque son super nutritivas.
Está es la primera vez que preparo las lentejas con huesitos ahumados. Siempre las hago con pollo o carne molida básicamente con la misma preparación. Debo decir modestia a parte me quedaron súper deliciosas, tenían bastante sabor a los huesitos.
Preparé arroz blanco y por supuesto no podían faltar unas ricas y doraditas tajadas de plátano maduro frito. Son el acompañamiento perfecto para cualquier comida venezolana. Por fin comimos, Jeremías repetía una y otra vez lo deliciosas que estaban las lentejas.
Al rato llegó la chica a ponerme el sistema de uñas, fue muy gracioso el momento pues tenía las manos con un fuerte olor a aliños, sobre todo a AJO. La pobre muchacha estaba mareada con ese olor tan fuerte jajaja. Aquí un foto de como quedaron mis uñas: sencillas, delicadas, lindas y olorosas ja, ja, ja.
Al día siguiente fue el evento para el que me puse bella, ya el olor en mis manos había disminuido bastante, nada que un buen perfume no lograra ocultar... Jajaja muero de risa con esto.
Este es el cuento de las lentejas con huesitos ahumados. Me despido por ahora, hasta una próxima receta. Gracias por leer y comentar.
Fotos de mi propiedad editadas en Canva.