Lucrecia una madre calidad y fan musical. ///Lucrecia, a mother of quality and music fan.

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(Images of Lecumberre).

Lucrecia, madre de calidad y fan a la música.

A Lucrecia Prado la conocí en agosto de 1975 cuando fui invitado por una amiga a que fuéramos a casa de ella a llevarle una especie de serenata en el mismo patio de su casa donde había una comida deliciosa de carne asada con cachapas.

Desde ese día quedé marcado en el corazón y casa de una madre que educó a sus hijos con mucho esfuerzo porque quedó viuda a la edad de 33 años. Actualmente Lucrecia cuenta con 90 años y siempre soy invitado para esta celebración en la que siempre hay un conjunto de arpa, cuatro y maracas.

He llevado un trato de amistad muy cercano y constante con sus hijos Jeanet, José Gregorio, Luz María (una de las personas que me han expresado cariño lindo y sincero), Balbino, Miguel, Sofía, Gladys y Germán (QEPD).

Lucrecia es una persona que aun con los años resulta muy ocurrente y divertida porque es cuentacuentos y tiene una gracia muy grande para echar chistes.

Los hijos fueron criados y educados con valores como el amor, el respeto, la solidaridad y el respeto, y en estos momentos, cuando tiene que usar silla de ruedas, me consta que los hijos tienen turnos para cuidarla una semana y ella es feliz viajando a Maracay, Valencia y Calabozo que es donde están esparcidos sus hijos.

Todos esos hijos estudiaron para ser profesionales y siempre están pendientes de la madre que los trajo al mundo, y a la que le profesan atenciones cada día.

Desde 1975 fui asumido por Lucrecia como un hijo más, y en todos estos años mantengo vigencia porque ella dice que soy el mejor artista que ella ha conocido, y su alegría es grande cuando de repente me ve llegar a su casa con un cuatro en la mano.

Llegué a decir que la casa de Lucrecia era mi segunda casa porque yo llegaba a cualquier hora y era recibido con mucho cariño. Recuerdo que una vez me planté frente a su ventana a interpretar diversas canciones para darle una serenata a eso de las 2.30 y Lucrecia se levantó, me pidió que pasara, y amanecí cantándole a tan especial señora. Eso fue en 1978 en la calle Santa Isabel número 43 de San Juan de los Morros, frente al Hospital Israel Ranuárez Balza.

Desde el principio he cordializado con Duhilio Peraza el esposo de Sofía, con Auristela esposa de Miguel y Balbino, y en verdad que la vida fue de una gran vida social con esta gente. íbamos al río, a la playa y a cualquier lugar, y Lucrecia siempre nos acompañaba.

A pesar de tantos años de cantarle a Lucrecia, no dejo de ensayar el repertorio de canciones que le llevo en cada ocasión, pero son infalibles Amémonos que grabó Mirna Ríos, ¿Y cómo es él de José Luis Perales, y muchos de temas de Gualberto Ibarreto.

Durante la pandemia ha sido el único tiempo en que he dejado de cantarle a Lucrecia con el fin de preservarle la vida y salud, y ella comprendió la situación.

Le agradezco a Dios la oportunidad de comunicarme con una madre muy bella y alegre como Lucrecia.


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In 2003 Lucrecia with 2 sisters: Vicenta and Justina (QEPD).

Lucrecia, a mother of quality and music fan.

I met Lucrecia Prado in August 1975 when I was invited by a friend to go to her house to serenade her in the courtyard of her house where there was a delicious meal of roast beef with cachapas.

Since that day I was marked in the heart and home of a mother who raised her children with great effort because she was widowed at the age of 33. Currently Lucrecia is 90 years old and I am always invited to this celebration in which there is always a harp, cuatro and maracas ensemble.

I have had a very close and constant friendship with her children Jeanet, José Gregorio, Luz María (one of the people who have expressed their sincere and beautiful affection for me), Balbino, Miguel, Sofía, Gladys and Germán (RIP).

Lucrecia is a person that even with the years is very witty and funny because she is a storyteller and has a great grace to tell jokes.

Her children were raised and educated with values such as love, respect, solidarity and respect, and at this time, when she has to use a wheelchair, I know that her children have shifts to take care of her for a week and she is happy to travel to Maracay, Valencia and Calabozo, where her children are scattered.

All these children studied to become professionals and are always looking after the mother who brought them into the world, and to whom they pay attention every day.

Since 1975 I was assumed by Lucrecia as another son, and in all these years I have remained in force because she says that I am the best artist she has ever known, and her joy is great when she suddenly sees me arrive at her house with a cuatro in my hand.

I even said that Lucrecia's house was my second home because I arrived at any time and was received with great affection. I remember that once I stood in front of her window to interpret several songs to serenade her at about 2.30 am and Lucrecia got up, asked me to come in, and I woke up singing to such a special lady. That was in 1978 at 43 Santa Isabel Street in San Juan de los Morros, in front of the Israel Ranuárez Balza Hospital.

From the beginning I have been close with Duhilio Peraza, Sofia's husband, with Auristela, Miguel's wife and Balbino, and indeed life was a great social life with these people. We went to the river, to the beach and anywhere, and Lucrecia always accompanied us.

In spite of so many years of singing to Lucrecia, I never stop rehearsing the repertoire of songs that I take to her on every occasion, but the infallible Amémonos that Mirna Ríos recorded, ¿Y cómo es él by José Luis Perales, and many of Gualberto Ibarreto's songs are infallible.

During the pandemic it has been the only time I have stopped singing to Lucrecia in order to preserve her life and health, and she understood the situation.

I thank God for the opportunity to communicate with a very beautiful and joyful mother like Lucrecia.


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Lucrecia in 2013.

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Me resultó muy conmovedor tu escrito. La vida nos coloca a personas que terminan amándonos como que si fuéramos parte de su familia, que bonito el vínculo que tienen ambos. ❤️

Eres único en verdad llevando la música y tu voz a todos lados con amor. Un fuerte abrazo mi querido @lecumberre.

Que bonito que pueda compartir su amistad con esta bella señora a traves de sus serenatas, es agradable saber que la cuidan eso muestra que ha transmitido un legado a su generacion.

Keep singing to that other mother that fate put in your path.

Such is ti, JC. Lucrecia is my endless love and while I can sing, I will do it to her, in name of my dear God.