Me estacioné en tu misterio
como si fuese un lugar confortable,
me quedé a vivir en tu mirada
como si siempre quisiera mirarme,
ahora me doy cuenta de que no me invitaron
a hacer morada en tu corazón,
y el aviso aunque no lo supe me lo mandaron
en forma de reclamos y decepción.
¿Recuerdas? demandabas mi tiempo
y yo alargaba las horas sólo para ti
pero siempre me encontrabas defectos
que mejoraba para hacerte feliz.
Me abracé sin permiso a tu locura
conversaba a gusto con tu silencio
te dibujé un catálogo de ternura
para que me dieras un poquito de eso,
pero ahora sé que todo lo inventé
para poder abrigar todo el cariño
que te tenía, pero sólo era la fe
de que tu amor fuera todo mío.
No temas. Acabé por quedarme sin tiempo
se me agotaron las horas derramando lamentos
se me rompió el reloj de tanto esperar
que me dijeras un trocito de tu verdad
para que nada de lo que pasó, pudiera pasar.
Pero pasó la mentira en mis narices,
me acompañó la ilusión distraída
mientras tu indiferencia hacía cicatrices
y me dejaba el alma desvaída,
pasó el tiempo que no vuelve nunca más
pasó la rabia de no poderte encontrar
en los laberintos ignotos de mi soledad.
Pasó el miedo, de que todo pudiera acabar.
Y ahora pasa que ya sé que no podía buscar
el amor en un silencio roto sólo para escapar,
caricias en un espejismo sin colorear
y honestidad en el fango de la mezquindad.
¿Recuerdas? Me demandabas tiempo.
Me decías que ocupado no te pertenecía,
pero sólo estabas petrificado de miedo
sin saber decirme que ya no me querías.
Me estacioné en tu misterio,
y me inventé mi propia realidad
y ya no existe ningún remedio
estoy con las manos vacías
sin tener a quien culpar...
Foto propia