Quisiera disimularme en la penumbra y perderme para siempre.
Olvidarme de que existo en la existencia de la vida.
Nunca pedí tu amor, nunca pedí que me lo dieras.
Y después de que me lo das sin más, decides arrebatarlo.
Quisiera nunca haberte querido hasta la inconsciencia.
Olvidarme de los días grises que tú bañaste de colores.
Nunca te pedí alegría, jamás te la hubiera pedido.
Y después de que me regalas felicidad. La ocultas con tu partida.
Quisiera no ser tan egoísta y desear tu bien.
Olvidarme de mí por un momento y regalarte libertad.
Nunca fui buen perdedor y ahora que te pierdo no sé quién soy.
Y después de acostumbrarme a el olor de tus sueños...
No quiero dejarte soñar...
Quisiera nunca haberte conocido... Para después desconocerte en el desamor...
Olvidarme de ti no es posible en mi vida...
Nunca pedí que leyeras estos versos...
Porque es el llanto incandescente.
De un corazón que sin ti... Se siente preso...