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Hace algunos días me encontré con una publicación que atendía a esta iniciativa, y la verdad me causó mucha gracia y ternura, y justo luego de ello, la amiga @soyunasantacruz me invita a participar, por lo que empecé a escudriñar en mis recuerdos sobre esas cosas que durante mi infancia me parecían que eran ciertas.
Y no fue un trabajo difícil, pues a diferencia de la amiga que me invitó, yo si era muy inocente, y creía en las cosas que me decían mis padres. Algunas fueron dolorosas, como decirme que me habían encontrado en el cuarto donde se colocaba la basura, en una cajita, como alguna vez encontramos a unos cachorritos.
Pero hoy quiero hablarles de los divertidos, de esos que en su momento me hicieron pensar un poco, pero que ahora solo me provocan risa y ternura. Uno de esos ocurrió una vez que estaba comiendo mandarinas y por casualidad me tragué una de las semillas.
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De inmediato, y muy preocupada, le dije a mama lo que había pasado, y su respuesta fue que en algunos días, quizás empezaría a salir un árbol de mandarinas por mi ombligo, aumentando más mi miedo luego de haber tragado la semilla. Su cara de seriedad lo hacía creíble, y durante esa semana estaba siempre pendiente de ver si algo cambiaba en mi pancita.
Desde ese momento le agarré ideas a las frutas que tuvieran semillas, así que hasta las sandías pagaron inocentemente!
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Con los años, supe la verdad, pero me costó aceptar volverlas a comer, y siempre con el cuidado de no tragar alguna semilla por accidente. Sin embargo, estando ya en el embarazo de mi segundo hijo, el primero pasó por la misma experiencia de tragarse una semilla, y de la misma fruta, pero a diferencia de mi madre, yo no le dije nada y su reacción fue pensar que se moriría!
En otro post, ya había comentado la anécdota de cuando lo escuché hablar de esa experiencia con otro niño, en la que le comentaba su hazaña de pasar por ello sin morirse, cuando el otro niño le preguntaba si se había muerto luego de eso. La conversació fue algo como: "Amigo, sabes que me tragué una semilla! y el otro niño le dijo: Y te moriste? a lo que mi hijo respondió, no, no me morí!
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Y aunque no fuera mi experiencia personal, quisiera hacer un apéndice con algo que creía mi abuela, quien siendo adulta, conservaba esa inocencia de la niñez. Para ella, todo lo que salía en la TV era real, por lo que siempre se sorprendía cuando en las telenovelas se besaban, y mucho más aún cuando veía que actores y actrices hacían pareja con quienes en un programa anterior eran enemigos. Fin de mundo decía, mientras se persignaba.
A few days ago I came across a post that was part of this initiative, and it really amused me and warmed my heart, and right after that, my friend @soyunasantacruz invited me to participate, so I started delving into my memories of those things that seemed true to me during my childhood.
And it wasn't a difficult task, since unlike the friend who invited me, I was very innocent, and I believed in the things my parents told me. Some were painful, like telling me that they had found me in the room where the trash was placed, in a little box, just like we found some puppies once.
But today I want to talk about the funny ones, those that made me think a bit at the time, but now just make me laugh and feel tender. One of these happened once when I was eating tangerines and accidentally swallowed one of the seeds.
DrNickStafford - Pixabay
Immediately, and very worried, I told mom what had happened, and her response was that in a few days, maybe a tangerine tree would start growing out of my belly button, increasing my fear after swallowing the seed. Her serious expression made it believable, and during that week I was always checking to see if anything changed in my little tummy.
From that moment on, I became wary of fruits with seeds, so even innocent watermelons were suspect!
TungArt7 - Pixabay
Over the years, I learned the truth, but it was hard for me to accept eating them again, always being careful not to accidentally swallow a seed. However, when I was already pregnant with my second child, the first one went through the same experience of swallowing a seed, from the same fruit, but unlike my mother, I didn't say anything and his reaction was to think he would die!
In another post, I had already mentioned the anecdote of when I heard him talking about that experience with another child, in which he boasted about going through it without dying, when the other child asked him if he died afterwards. The conversation went something like this: "Friend, you know I swallowed a seed!" and the other child said, "Did you die?" to which my son replied, "No, I didn't die!"
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And although it wasn't my personal experience, I would like to add something my grandmother believed, who, as an adult, retained the innocence of childhood. For her, everything on TV was real, so she was always surprised when actors kissed in soap operas, and even more so when she saw actors and actresses become couples with those who were enemies in a previous show. She would say it was the end of the world, while crossing herself.
Foto/Photo by: William Krause (Unsplash), TungArt7, DrNickStafford & Furbymama (Pixabay)
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.