Isn't it wonderful to go out for a walk with some plans and have life surprise you with something even better? Well, that's what happened to my little Fabrizzio and me when we went out for a snack and came across a foosball table!
We usually go to places with parks, so he can have some fun after snacking, but now that he's 9 years old, his interests are starting to change, so we need to find other more suitable ways of entertainment, so this find was great.
When he was little, his father and brother would play, and he would just move the pieces to feel included, but he didn't know the dynamics of the game, so when he and I started playing, those memories came to my mind. My baby is growing up, I thought.
Initially, we each chose the color of our team and looked for the ball to get ready to play. His excitement was immense, shouting with each hit of the figures with the ball, and the people around us looked at us with surprise, but come on! it's soccer in a way, and in Argentina people love this sport.
I wanted to make a video, but it was difficult to record and play at the same time, although thanks to my ambidextrous condition, I was able to handle the pieces while recording some of the game.
We started playing, and although neither of us had previous experience, we did well. Initially, they scored two goals on me because I was taking photos, so I put away the phone and focused on the game.
The idea of this game is to move the small players arranged on rods that run across the field in order to prevent the opponent from advancing with their players and scoring a goal.
It seems easy, but since the players are close together, it can be hard to control them as quickly as the ball moves. So for a while, we were "kicking" the ball around, trying not only to score a goal but also to prevent the other from getting close to our goal.
Then I started to make a comeback from being down 2-0, eventually tying the game. The downside was that it was starting to get dark, and I didn't want to return home too late, so the pressure for a tiebreaker was greater for me than for my son.
I think playing like that made me much more aggressive, and I ended up scoring two goals in a row. My son asked for a rematch, so we kept playing for about ten more minutes, and although it wasn't sudden death, whoever scored the next goal would be the winner.
Through the windows of the second-floor of the establishment where the game table was located, it was already dark outside, so we quickly finished, scoring the final goal and of course celebrating my victory for a few seconds!
We packed up our things and quickly headed home, but of course, we planned to come back another day, but much earlier to make more use of this table, have something delicious to eat, and enjoy screen-free leisure time.
No les parece maravilloso salir de paseo con unos planes y que la vida te sorprenda con algo mucho mejor? Pues eso nos pasó a mi pequeño Fabrizzio y a mi cuando salimos a merendar y nos encontramos con una mesa de futbolito!
Por lo general, siempre vamos a sitios con parques, para que él se distraiga un rato luego de merendar, pero ya con 9 años, sus gustos están empezando a cambiar, por lo que hay que buscar otras maneras de diversión mas acordes, así que este hallazgo fue genial.
De pequeño, jugaban su padre y hermano, y él sólo movía las piezas para sentirse incorporado, pero no sabía la dinámica del juego, así que cuando nos pusimos a jugar él y yo, esos recuerdos vinieron a mi mente. Ya mi bebé está grande, pensé.
En principio cada uno seleccionó el color de su equipo y buscamos la pelota para disponernos a jugar. Su emoción era inmensa, que gritaba a cada golpe de los muñecos con la pelota, y la gente alrededor nos veía con cara de extrañeza, pero vamos! es futbol de cierta forma, y en Argentina la gente ama este deporte.
Quise hacer un video, pero era complicado grabar y jugar al mismo tiempo, aunque gracias a mi condición de ambidiestra, pude manejar las piezas mientras grababa un poco del juego.
Empezamos a jugar y aunque ninguno tenía experiencia previa, se nos dio bien. En principio me metieron dos goles, por estar tomando fotos, así que guardé el teléfono y nos enseriamos con el partido.
La idea de este juego es mover a los pequeños jugadores dispuestos en varas que atraviesan la cancha, de manera de impedir que el oponente lleve con sus piezas, la pelota hasta hacer gol.
Parece algo fácil, pero al estar pegados los jugadores, a veces cuesta poderlos controlar con la misma rapidez a como se mueve la pelota. Así que por un rato estuvimos "pateando" la pelota, y tratando de no solo anotar gol, sino también evitar que el otro se acercara a nuestra arquería.
Luego empecé yo a remontar ese dos a cero, llegando a empatar el partido. Lo malo es que ya empezaba a oscurecer y no quería volver tan tarde a casa, así que la presión del desempate en mi caso era mayor que la de mi hijo.
Creo que jugar así me llevó a ser mucho más agresiva y terminé anotando dos goles seguidos. Mi niño pidió revancha, por lo que seguimos jugando unos diez minutos más, y aunque no era muerte súbita, quien anotara el siguiente tanto, sería el ganador.
Por las ventanas del segundo piso del local, donde estaba la mesa de juego, se veía ya todo oscuro, así que le dimos rápido, anotando el último gol y por supuesto celebrando mi victoria por algunos segundos!
Recogimos nuestras cosas y nos fuimos rápidamente a casa, pero por supuesto quedamos pendientes de volver otro día, pero mucho más temprano para aprovechar más esta mesa, comernos algo rico y disfrutar de un tiempo de ocio libre de pantallas.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.