Fuente de la imagen, concurso de TopFiveFamily
Salir de compras es un momento satisfactorio, estresante u obligatorio, depende de la disposición que tengamos, pienso que no debe depender del poder adquisitivo que tengamos, obviamente que si hay suficiente dinero no tiene sentido limitarte solo vas y compras lo que quieres, pero en el caso del venezolano común no pasa así, suelo cuidar mi ropa por lo que me duran mucho. Nunca he sido esclava de las modas ni cuando joven, siempre repito la premisa de que la moda es lo que pasa de moda así que me compro lo que me gusta y me quede bien.
Cuando llegamos a cierta edad, cambiamos nuestra forma de vestir por razones obvias, a la hora de elegir la ropa que debo comprar no soy complicada porque se exactamente lo que quiero comprar incluso tomando en cuenta mi presupuesto.
Por lo tanto comprar ropa suele ser un momento satisfactorio para mí, aunque pudiera decir que la inflación estresa porque vas con un presupuesto y cuando llegas a la tienda no te alcanza, he aprendido a disfrutar esta actividad; seguro nos enfrentaremos a esa situación, estando en Venezuela. Simplemente priorizo y me voy con posibles referencias para después.
Es muy difícil cambiar el closet porque la situación económica no lo permite, y no es un lujo sino una necesidad y como tal lo trato si es una necesidad todo lo adverso al respecto lo vuelvo a mi favor.
El hecho de pasearme por las diferentes tiendas es introducirme en otro ambiente olvidándome de los problemas diarios, sabiendo que algo bonito me voy a poner porque previamente me he preparado para ello.
Comprar ropa íntima bastante agradable, siempre me ha gustado usarlos en juegos del mismo color me siento equilibrada y los busco que sean lo más cómodo posible, me parece que en la medida que uno se sienta bien con lo que no se ve a simple vista. Lo que si se ve proyectara tu bienestar al vestir por muy sencillo que sea.