Fuente de la imagen, concurso de TopFiveFamily
Crear un vestido, pantalón, juego de sabanas o cualquier prenda de vestir, lencerías a partir de las telas justas y adecuadas para cada caso es un arte, cocer una prenda rota usando la aguja apropiada tomando en cuenta el tipo de tela determinan un acabado perfecto en su restauración.
El conocimiento es necesario para llevarlo a la perfección como pasar de ser una buena costurera a una modista de alta costura, eso requiere estudios para aprender técnicas. En mi niñez recuerdo que mi papá regalo a mi madre una máquina de coser Singer de pedal, para esa época era la mejor marca el mejor modelo, negra con letras doradas.
Mi mamá no tenía ni idea de cómo usarla aunque le pareció espectacular el regalo por la cantidad de hijos que tenía, le pidió a una comadre que la enseñara y esta le enseño lo básico y a partir de allí, empezó a cocer pantalones a mis hermanos con pedazos de telas usadas, un pantalón que no tenía reparación por ejemplo, cortaba la parte útil y empezó a practicar, después de varios intentos fallidos, logro aprender a hacer pantalones , franelas ,ropa sencilla, se ahorraban dinero de esa manera.
En las tiendas vendían retazos de telas que eran más económicas, con detalles para niños muchos modelos porque eran siete varones, para mí siendo la única hembra me hacía batitas, pantaletas en tela de algodón, disfrutaba cociendo para todos, con las cortinas se esmeraba aunque sin experiencia ni técnicas logro hacernos felices con su costura.
Conocer un arte de crear con tus manos siempre es necesario, antes de cerrar la empresa donde trabajaba, estaba muy cómoda en mi escritorio como ejecutiva, muchas veces me preguntaron si quería aprender a hacer bolsos a nivel industrial, alguien se ofreció a ensañarme diariamente en la hora de descanso, en el taller de costura donde se fabricaban los forros para los diferentes modelos de asientos de vehículos que se fabricaban y no supe aprovechar aquella oportunidad.
Cuando llego la debacle económica en Venezuela, las chicas de ese departamento pudieron salir adelante invirtiendo en telas para fabricar, bolsos carteras de todos los modelos y tamaños. Me arrepentí a horrores, la dura experiencia me enseño que nunca es suficiente lo que sabes para dejar de aprender cosas nuevas, porque no sabes en que momento lo necesitaras.