Hace casi tres semanas ha iniciado una nueva etapa en mi vida. Fue algo que tanto esperaba y que me hacía sentir nerviosa cuando supe que al fin pasaría lo que tanto he esperado.
Cuando ya se acercaba el día, no podía creer que realmente fuera a pasar. Creía que en cualquier momento habría un contratiempo que atrasara nuestros planes, pero todo se dió como habíamos quedado.
Después de casi ocho meses, el papá de mi hija regresó de Colombia y al fin estamos viviendo juntos como familia. Aunque se supone que viviríamos en su casa en nuestra ciudad, no conseguimos aún que nos colocarán el internet y como es necesario para trabajar y estudiar, tuvimos que alquilar una casa en Barquisimeto durante unos meses.
Antes de venirnos a Barquisimeto, sentí miedo a cómo le afectaría el cambio a mi bebé, ya que la estaba sacando del entorno donde vivió desde que nació y la separé de las personas con las que siempre vivió para traerla a una ciudad donde siempre se ponía irritable cada vez que veníamos a vivir con su papá a quien no veía desde los ochos meses de nacida, prácticamente un desconocido.
Esperaba que tardara al menos un mes en adaptarse. Suponía que todo ese tiempo pasaría los días llorando todo el tiempo.
Sin embargo, me sorprendió la rapidez con la que se adaptó, creo que me ha costado más a mí adaptarme a esta ciudad, realmente extraño mi ciudad 😅
En estas semanas tanto ella como su papá se han adaptado uno al otro. Han estado creando los lazos que no existían entre ellos.
Para mí hija, la figura de apego principal soy yo y la secundaria era mi mamá. Ahora está estableciendo ese apego con su papá.
Por supuesto, este proceso ha sido relativamente fácil ya que su papá supo respetar su espacio y esperar a que ella lo aceptara, lo cual es muy importante. De igual manera, ser muy cariñoso y juguetón ha ayudado.
Antes de llegar, le advertí que a nuestra hija no le agrada que la quieran quitar de mis brazos obligada. Así que en nuestro encuentro, nos abrazamos los tres juntos y le dió un beso sin separarla de mí.
Durante todo el día le hizo cariños sin separarla de mí. Ya al finalizar el día, ella se estaba acercando a él y dos días después ya se dejaba cargar en brazos.
Estás semanas lo he involucrado en sus rutinas, cómo dormirla una noche cada uno, pasear varias tardes a la semana, e incluso este fin de semana fuimos al zoológico.
Además, ya que él toca batería, la incluye a ella en sus prácticas y ella se divierte.
La verdad, para mí es importante que haya una buena relación con su papá, el amor y la buena relación entre padres e hijos es algo que se debe cultivar día trás día y que durará toda la vida.