Esto de seguro te ha pasado, que personas cercanas a tu entorno no digan nada sobre tu trabajo, sobre tus pasiones, son gente que no te escribe, porque están en modo invisible y a los que tú, contrario a ese gesto de indiferencia, sí les has consultado sobre su vida.
Recuerdo que cuando grabé este video, lo hice tratando de darle un toque reflexivo sobre esos comentarios no emitidos, sobre esas desapariciones que suceden cuando estás, sobre todo, abatido.
Es cierto que en esos momentos de miseria es que le conocemos mejor el rostro a ciertas personas. También está claro que cada cual vive una realidad compleja.
En contra parte a todo motivo, excusa o razón de esas ausencias, les puedo decir que siempre, siempre, pero siempre, hay tiempo para saludar, para escribir y dejar en cuenta que estás atento, especialmente en este mundo de inmediatez.
Siempre le doy un toque literario y poético a lo que digo, incluso, sin quererlo. Esta vez no es la excepción.
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