Daniel owns a jewelry store. And he was doing extremely well with the business. He had everything one would be expected to have at the age of twenty-five, except for true love.
Daniel is a young man in his twenties, a very handsome man that made ladies go weak at the knees just looking at him. The only thing that kept him sane was knowing there was someone out there who loved him more than anything else. So, when he saw someone walking down the street holding flowers, Daniel couldn't help but wonder if she knew that they belonged together.
Her name is Abigail, and she worked as a police officer. She had been to his store on countless occasions when it was under attack by robbers and thieves, she and her police friend were always present to save the day.
At a certain time during the attack, he finally spoke to her and got her name In the process. But ever since he's speaking to her, the level of the robbery at his store had reduced to an absolute zero. And this made him uncomfortable, because his chances of being with her, were quickly fading.
The only moment he gets to see her are the periods when she goes on patrol with her partner and they walk by his store. She would then smile and wave at him and he would reply with an awkward smirk that revealed his true intentions. She would turn and continue walking down the street while he's left standing with his heartache like it never left.
He wanted to talk to her so badly, he wished that his store would be attacked again, for once getting robbed felt like a blessing.
One day, Daniel decided to take on a mission for the sake of having the chance to speak with her. The last thing he wanted was to be left with a broken heart again, it hurt too much to handle.
The thought of going near Abigail terrified him, especially after his encounter with her in his store the other night.
So he went around town putting up posters that said, that, everything in his store was free for one night.
And so he sat and waited for his harmless attackers. And they came in, in groups until the shop was filled. He then made a call to the police, reporting the attack. They came as soon as they could.
After all the men were put away, the first person to come into his shop to check what happened was Abigail. She wore a white tank top with a black skirt, along with high heels to match.
She walked over to where he was sitting,
"Is everything alright?"
he smiled with extreme happiness. He could feel the dopamine flow to his brain. His heart was pounding with joy, and then his mouth opened to confess I love youto to the unsuspecting Abigail. But before he could make a sound, he was interrupted by Abigail's partner who was still wearing his police uniform.
" I'm sorry sir", the police officer said, " the men we arrested claim that they saw this poster which said that everything in your store was free for one night.. Do you know anything about this??". he asked staring interrogatively at Daniel.
Daniel became tensed, he wasn't sure of what to say but he was not going to admit that he was stupid because of love, in front of Abigail.
So instead of saying anything, he simply stared at the poster, questioning its credibility.
But he didn't need to stare at it for long, because Abigail did exactly what he was wondering about.
She snatched the paper from Daniel and examined it carefully. She turned and looked at the man with a disappointed look on her face.
" You're right Officer, but I think this may be some kind of scam. This handsome, young man would not be stupid enough to give away half of his store just to see a police officer".
Abigail's partner stared confused for a while before saying
"you're right... sorry for the inconvenience sir. we'll be leaving", and with that Abigail and her partner turned to leave. But halfway through the door she turned back and made her way straight to Daniel who was still recovering from the just-concluded event.
She handed him a piece of paper which he collected, then she said with a smile on her face
"Next time, just call". She gave him a wink and finessed her way out of the store.
Daniel's blood was rushing with excitement. He flipped the paper open. And in it was a phone number and heart sign (❤️).
His face beamed with joy, laughter, and happiness, as he ran out of the store.
He couldn't wait to call her.
ESP.
Daniel tiene una joyería. Y le iba muy bien con el negocio. Tenía todo lo que se espera que tenga a los veinticinco años, excepto el amor verdadero.
Daniel es un joven de veintitantos años, un hombre muy guapo que hacía que a las damas se les debilitaran las rodillas con sólo mirarlo. Lo único que lo mantenía cuerdo era saber que había alguien ahí fuera que lo amaba más que nada. Por eso, cuando vio a alguien caminando por la calle con flores en la mano, Daniel no pudo evitar preguntarse si ella sabía que eran el uno para el otro.
Se llamaba Abigail y trabajaba como agente de policía. Había acudido a su tienda en innumerables ocasiones cuando era atacada por atracadores y ladrones, ella y su amigo policía siempre estaban presentes para salvar el día.
En cierto momento del ataque, finalmente habló con ella y consiguió su nombre en el proceso. Pero desde que habló con ella, el nivel de robos en su tienda se había reducido a un cero absoluto. Y esto lo hizo sentir incómodo, porque sus posibilidades de estar con ella, se estaban desvaneciendo rápidamente.
El único momento en que consigue verla son los periodos en que ella sale a patrullar con su compañero y pasan por delante de su tienda. Entonces ella le sonreía y le saludaba con la mano y él le respondía con una sonrisa incómoda que revelaba sus verdaderas intenciones. Ella se daba la vuelta y seguía caminando por la calle mientras él se quedaba parado con su dolor de corazón como si nunca se hubiera ido.
Tenía tantas ganas de hablar con ella que deseaba que su tienda volviera a ser asaltada, pues por una vez que le robaran se sentía como una bendición.
Un día, Daniel decidió emprender una misión con tal de tener la oportunidad de hablar con ella. Lo último que quería era volver a quedarse con el corazón roto, le dolía demasiado.
La idea de acercarse a Abigail le aterraba, sobre todo después de su encuentro con ella en su tienda la otra noche.
Así que recorrió la ciudad poniendo carteles que decían, que, todo en su tienda era gratis por una noche.
Y así se sentó a esperar a sus inofensivos atacantes. Y entraron, en grupos hasta que la tienda se llenó. Entonces hizo una llamada a la policía, informando del ataque. Ellos vinieron tan pronto como pudieron.
Después de que todos los hombres fueran encerrados, la primera persona que entró en su tienda para comprobar lo sucedido fue Abigail. Llevaba una camiseta blanca de tirantes con una falda negra, junto con unos tacones altos a juego.
Se acercó a donde él estaba sentado,
"¿Está todo bien?"
sonrió con extrema felicidad. Podía sentir el flujo de dopamina en su cerebro. Su corazón palpitaba de alegría, y entonces su boca se abrió para confesar te quiero a la desprevenida Abigail. Pero antes de que pudiera emitir un sonido, fue interrumpido por el compañero de Abigail, que todavía llevaba su uniforme de policía.
" Lo siento, señor", dijo el oficial de policía, "los hombres que arrestamos dicen que vieron este cartel que decía que todo en su tienda era gratis por una noche... ¿Sabe usted algo de esto?", preguntó mirando interrogativamente a Daniel.
Daniel se puso tenso, no estaba seguro de qué decir pero no iba a admitir que era un estúpido por amor, delante de Abigail.
Así que en lugar de decir nada, se limitó a mirar el cartel, cuestionando su credibilidad.
Pero no necesitó mirarlo mucho tiempo, porque Abigail hizo exactamente lo que él se preguntaba.
Le arrebató el papel a Daniel y lo examinó cuidadosamente. Se giró y miró al hombre con una mirada de decepción.
" Tiene razón oficial, pero creo que esto puede ser una especie de estafa. Este joven y apuesto hombre no sería tan estúpido como para regalar la mitad de su tienda sólo para ver a un agente de policía".
El compañero de Abigail miró confundido durante un rato antes de decir
"Tiene usted razón... disculpe las molestias señor. nos vamos", y con eso Abigail y su compañero se dieron la vuelta para salir. Pero a mitad de la puerta se dio la vuelta y se dirigió directamente a Daniel, que aún se estaba recuperando del evento recién concluido.
Le entregó un papel que él recogió y le dijo con una sonrisa
"La próxima vez, llama". Le guiñó un ojo y salió de la tienda.
A Daniel se le aceleró la sangre de la emoción. Abrió el papel. Y en él había un número de teléfono y un signo de corazón (❤️).
Su cara brillaba de alegría, risa y felicidad, mientras salía corriendo de la tienda.
No podía esperar a llamarla.