La gran mayoría de los humanos sentimos esta emoción casi a diario consciente o inconscientemente es una emoción que sirve como alarma biológica y está diseñada por el cuerpo para alertarnos sobre nuestra seguridad, nos ayuda a detectar un peligro, evaluar nuestras capacidades y responder de alguna forma que proteja nuestra supervivencia. La reacciones que el cuerpo experimenta van desde un aumento de la presión arterial, sudoración, aumento de la tensión muscular y dilatación de las pupilas, el miedo es una emoción que es parte de la memoria genética de los humanos, algo así como si viniéramos con un archivo preinstalado de miedos en los genes, pues de cierta forma así es y a esto se le llama forma adaptativa de la emoción. Esto quiere decir que nuestros organismos generaron emociones para asegurar la supervivencia, es por eso que sentimos cualquiera de las emociones básicas.
¡Bendita Evolución!
Todos los humanos como parte de la misma especie tenemos exactamente los mismos miedos, desde los años 40s del siglo pasado psicólogos como Skinner o más adelante Martin Seligman en los 70s se preguntaron por qué no todos tenemos miedo a las mismas cosas… Un ejemplo son los hongos venenosos, los cuales cobran más vidas al año que las arañas, pero la gente tiene más miedo a las 8 patitas que a los aparentemente inofensivos honguitos, nuestros miedos pueden aparecer a través de tres factores que están vinculados a las experiencias que hemos vivido, haber vivido un mal episodio en el que el objeto del temor estaba de alguna forma presente haber estado presente cuando alguien sufría esa experiencia a versiva.
Esto es como cuando ves esa película de tiburones asesinos y después te da pánico entrar al mar, así se pueden crear nuestros miedos, pero existe alguna otra forma de experimentar miedo, la Universidad del Sur de Australia publicó en 2014 el modelo de la vulnerabilidad cognitiva donde propone que se puede alcanzar una expresión más intensa del miedo y para que esta se cumpla deben presentarse cuatro elementos.
El primero plantea que el estímulo puede conllevar a un peligro potencial que puede llegar a dañarnos, en este caso el ejemplo sería tener miedo de poder llegar a caer al mar o peor aunque pudieras ahogarte.
El segundo nos dice que el estímulo puede generar una sensación de malestar muy parecido a malestar estomacal, sensación de asco, repugnancia y como puede ser el agua contaminada.
El tercer punto nos indica que el estímulo es impredecible, no sabe cuándo va a aparecer ni por cuánto tiempo.
Por último, la creencia de que el estímulo es incontrolable y que no puedes hacer nada para controlar los acontecimientos que ya van a pasar.
Afortunadamente, no todos los miedos que experimentamos llegan al último punto… Y tú que lees estas líneas, ¿cómo reaccionas cuando algo te da miedo? ¿Acaso te es indiferente, te suele someter o congelar? ¿Los confrontas con agresividad?
Sabemos que nuestra especie a lo largo de la historia desarrollo tres tipos de respuestas frente al miedo: la lucha, la huida o el congelamiento.
Observa como respondes en tu relación diaria con el mundo y puede que al hacerlo te des cuenta de que tus respuestas ponen en evidencia, que llevas dentro de ti miedos que gritan por ser atendidos.
Si no atendemos un miedo puede presentarse en forma desadaptativa y generarnos un profundo malestar. Si ya lo observamos si tomamos conciencia de nuestros modos de respuesta, ¿qué podemos hacer después? Existen varias técnicas bien estudiadas para lograr transitar esta emoción, por ejemplo, la técnica de la peor fantasía es una de las más comunes para tratar formas adaptadas del miedo, el nombre académico de esta práctica es exposición con prevención de respuesta, esta dice que la persona se debe de exponer voluntariamente al estímulo que le genera el miedo de forma consciente en intervalos diarios hasta que vaya dejando poco a poco de darle miedo.
La cultura postmoderna ha hecho un mal marketing del miedo, han bastardeado tanto esta emoción que en repetidas ocasiones hemos tenido hasta vergüenza de expresarla, pero queridos y queridas desde aquí queremos honrar al miedo y pueden verlo en nuestros post de la Filmotica Ninja (nos encante esa sensación de miedo en la nuca), ya que gracias a este complejo sistema de alarma estamos hoy acá como especie y tener miedo está bien, es parte de la condición humana. Es parte del viaje, de estar vivo y recuerda que esta información es solamente una pequeña parte de todo lo que podrías hacer para transitar tus miedos, observa, evalúa y confronta.