Este hombre en cada navidad siempre contaba la misma historia y les insistía a los padres de los niños recuerden siempre revisar que sus niños duermen profundamente porque Santa lo ve y lo sabe todo, de no ser así su niño desaparecerá. Algunos le hacían caso y otros no.

  Este señor mayor le daba miedo la navidad. Los niños al verlo siempre se reían de él y le preguntaban por qué le asustaba la noche buena, éste les respondía que existía un Ente Maligno llamado SpectraKlaus, quien se hacía pasar por Santa pero en realidad era un demonio que devoraba niños.

  Al escucharlo decir estas últimas palabras todos los niños se echaban a correr asustados, sin embargo, en ocasiones había un
incrédulo en el grupo y en esta ocasión era Pedrito, que por más que escuchaba la historia, no le creía.

  Su hermanita Estefanía, quien era menor que él, cada navidad rebosaba de felicidad porque sabía que si se portaba bien y dormía toda la noche del 24 Santa le traería muchos regalos. Pero Pedrito no pensaba así. Él ya había notado a sus padres descuidados envolviendo regalos que luego colocaban en el árbol y afirmaban que "Santa los había dejado".

  Pedrito se molestaba al ver a su hermana tan contenta abriendo esos muchos regalos cada navidad, mientras que él recibía sólo uno si acaso. También discutía con sus padres, les exigía que le dijeran la verdad a su hermana para que ella creciera de una vez, pero sus padres, simplemente preferían ignorarlo.

  Pedrito, luego de discutir nuevamente con sus padres, sale corriendo de casa molesto porque sabía que esta navidad se repetiría la historia. Sin darse cuenta por dónde iba se tropieza con el anciano. Este le pregunta ¿qué le pasa? y el niño le responde no es su problema viejo loco. A lo que el anciano repite: si te portas mal SpectraKlaus te comerá.

  Pedrito le grita: ni ese expecta lo que sea ni santa existen! sólo son mis padres quienes dejan los regalos!. El viejo por su parte sólo repetía lo mismo y en voz baja agregaba: ¿por qué ningún niño ha logrado ver a Santa? porque si lo intentas SpectraKlaus te ve y te atrapa.

  Pedrito incrédulo y aun molesto regresó a su casa. Esa noche era
24 de diciembre y decidió demostrarles a todos que eran sus padres quienes dejaban los regalos, que no existía Santa ni mucho menos ese tal SpectraKlaus.

  Pedrito esperó a que todos se durmieran y esa noche tomó a escondidas mucho café negro para que el sueño no le venciera y también se comió una bolsa repleta de caramelos. Luego tomó la cámara de fotos instantáneas para capturar a sus padres In Fraganti y demostrarles a todos que toda la navidad y la nochebuena eran sólo una vil mentira.

  Tenía el escondite perfecto, justo frente al árbol de navidad para saltar de repente y capturar con una foto a sus padres. Era una cesta de mimbre con una tapa que lo cubría perfectamente. Así que sólo debía ser paciente, mantenerse oculto y estar atento de cualquier ruido.

  Pedrito estaba frenético y tenía los ojos como platos, esperaba que en cualquier momento apareciera alguien. De repente, casi al dar las 12 am, Pedrito escuchó un golpeteo en la ventana. Se asomó un poco dentro de la cesta levantando la tapa hasta descubrir los ojos y no veía a nadie.

  "Tal vez fue el viento que movió una rama" pensó, se volvió a ocultar. Apenas se ocultó volvieron a tocar la ventana, Pedrito se asomó por completo sin ver a nadie alrededor. Se volvió a ocultar para seguir esperando pero alguien le levantó la tapa de la cesta. Era un hombre vestido de rojo con cara de payaso, ojos siniestros una barba muy larga y dientes amarillos malévolos.

  En un abrir y cerrar de ojos Pedrito notó como esta especie de Santa Claus cambió de aspecto a uno más demoniaco, lo que le hizo gritar lo más fuerte que pudo pero este no escuchaba ningún sonido. El demonio sonrió, abrió su boca y lo devoró.

  La cesta vacía calló al piso. Llegó la mañana de navidad y los regalos estaban allí, todos para Estefanía quien bajó las escaleras de lo más contenta a abrir cada uno de ellos. Los padres, por su parte, se extrañaron de ver la cesta tirada y no ver a su hijo junto a su hermana.

  Decidieron revisar su cuarto e ir a despertarlo, pero en su lugar la cama de Pedrito estaba hecha y encima de ella había una nota: Si a Santa deseas con ansias ver, SpectraKlaus te llevará para que a su lado siempre estés o incluso a veces, (si te portas mal) te comerá para saciar el hambre de un alma infernal. La ventana también se encontraba abierta, dejando entrar un frío sublime. La madre al terminar de leer la nota, miró a la ventana y gritó tan fuerte que todo el pueblo la escuchó, mientras su esposo la consolaba.

  Por su parte, sólo el viejo afirmó: SpectraKlaus llegó y a un niño se llevó. Desde entonces cada noche del 24 de diciembre, aquellos niños que se mantengan despiertos durante la noche para esperar a Santa, son capturados por este ente malévolo, desapareciéndolos de la faz de la tierra y llevándolos a una dimensión desconocida de la cual nunca volverán. Es por ello que nadie nunca logra ver a Santa Claus la noche de navidad.