Quise salir al ver como eran las costumbres que rondaban en este mundo, lamentablemente no encontré nada favorable ante mis ojos por lo que tuve que profundizar más, y al llegar a ver algunas cosas me di cuenta lo destruido que estaba emocional y sentimentalmente todas estas cosas quedando así para uno mismo que sus propias cosas personales le son valiosas; pero para otros no lo es. Para uno mismo es importante, para otros no les importa en lo absoluto.
Quería volver a casa, pero el día parecía bastante agradable a pesar todo, con poca luz que había en el ambiente me era lo suficientemente satisfactorio para conectarme mejor con mis sentimientos y mis recuerdos. Cada vez que veía el cielo; la poca luz que iluminaba y la oscuridad que rodeaba a las nubes me hacían recordar esas personas que muy pocas veces demostraron ser diferentes en algún momento, esos momentos en los que tu nunca volverás a verles con un rostro distinto; luchando contra sus imperfecciones hasta que al final se rindieron y nunca más he vuelvo a saber de ellos.