Las promesas vacías versus tazas vacías
Las promesas se parecen a las tazas vacías, corres ansiosamente para tomar su delicioso contenido y te duele mucho cuando la encuentra vacía. Lo intentas una y otra vez tratando de alcanzarla aunque la coloquen en lo alto del estante, mantienes la ilusión de encontrarla llena o de poderla llenar con algo delicioso.
Así que la tomas en tu regazo con la esperanza de lograr llenarla de palabras que guíen el camino de tu contraparte. Las promesas no parecen vacías cuando llegan a tus oídos y la taza jamás la notas tan caliente cuando la llevas a tus labios. No te queman sus notas de porcelana.
Como puedes sonreír al tomar las promesas vacías, esas que no te cumplen y te rompen las ilusiones. Ellas van llenando una colección de tazas vacías de la vitrina vieja de la abuela. Ya acostumbrada a heredar las viejas tazas vacías de otros también.
Sus consejos siempre me acompañaban, tenía tazas de bienvenidas, tazas de muertos, tazas de nuevos amores, tazas de divorcios y por último sus tazas vacías que nunca usaba. Todas tenían una historia que contar.
Allí sentadas en la amplia cocina, rodeada de muchos aromas, su rostro parecía recordar sus vivencias del pasado y contarlas una a una.
Las promesas vacías se acumulaban una sobre otras era el gran secreto de la abuela cada vez que le rompían el corazón. Algunas eran de colores alegres, llenas de mensajes y dibujos tiernos. Ella acostumbraba acumularlas como quien guarda promesas perdidas y llenas de experiencias.
Una a una se han ido acumulando con el tiempo, no me gustaría ser de las que tiene que poner a limpiarlas. La abuela no dejaba que nadie las tocara. La mire en varias ocasiones mientras rumiaba una conversación a solas con sus tazas. Era como un recordatorio de cada falla vivida a lo largo de su vida. Una promesa que siempre le faltaba.
Solo cuando ella falleció y mientras envolvía cada una de sus tazas en el delicado papel, encontré pequeñas notas dentro de ellas. Eran frases cortas ocultas en ellas: Dios tiene un plan para sanar esta taza vacía, todo lo que somos gracias a una promesa vacía, las promesas vacías se las llevo un tornado, te mire a los ojos y solo vi una taza vacía.
Así que como nota mental final, nunca estuvieron vacías, siempre ellas las lleno con notas de experiencias que nos dejo para la posteridad.
ENGLISH VERSION
Empty promises versus empty cups
Promises are like empty cups, you eagerly run to drink their delicious contents and it hurts you a lot when you find it empty. You try again and again trying to reach it even if it is placed at the top of the shelf, you maintain the illusion of finding it full or of being able to fill it with something delicious.
So you take it in your lap in the hope of filling it with words that guide your counterpart's path. The promises do not seem empty when they reach your ears and the cup never feels so hot when you bring it to your lips. Their porcelain notes don't burn you.
How can you smile when you take empty promises, those that do not fulfill you and break your illusions. They fill a collection of empty cups from grandma's old display case. Already used to inheriting others' old empty cups as well.
His advice was always with me, I had welcome mugs, death mugs, new love mugs, divorce mugs and finally his empty mugs that he never used. They all had a story to tell.
Sitting there in the large kitchen, surrounded by many aromas, her face seemed to remember her past experiences and tell them one by one.
Empty promises piling up on top of each other was Grandma's big secret every time her heart was broken. Some were brightly colored, full of tender messages and drawings. She used to accumulate them like someone who keeps lost promises full of experiences.
One by one they have accumulated over time, I wouldn't like to be one of those who has to clean them. Grandma didn't let anyone touch them. I looked at her several times while she was ruminating on a conversation alone with her cups. It was like a reminder of every failure experienced throughout his life. A promise that was always missing.
Only when she passed away and as I wrapped each of her cups in the delicate paper, did I find little notes inside them. They were short phrases hidden in them: God has a plan to heal this empty cup, everything we are thanks to an empty promise, empty promises were taken away by a tornado, I looked into your eyes and only saw an empty cup.
So as a final mental note, they were never empty, I always filled them with notes of experiences that I left for posterity.
Esta es mi participación en el concurso de la comunidad Soloescribe, les comparto el post de reto: Las promesas vacías / Soloescribe concurso #13 Esp-Eng
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