—Ya no aguanto.—Fue lo primero que salió de los carnosos, pero resecos labios de la flacuchenta mujer que acababa de dejar caer su cuerpo sobre los almohadones del sillón rojo.
Su voz no era portentosa, en realidad se podía sentir cómo si dependiera de una corta y frágil cuerda de alguna guitarra vieja. Se veía desganada, había perdido aquella energía con la que Johann la recordaba.
—¿Qué es lo que ocurre? ¿Te sientes bien?—Pregunta el escritor, dejando su pluma reposar al lado del papel amarillento en el que había estado escribiendo.—Puedo ver la agonía consumirse en tus ojos.
—No seas tan dramático. Realmente no ocurre… bueno, en realidad sí. Ocurre algo. Solo no sé cómo explicarlo. ¿Por dónde comienzo?
Sus pálidas manos se movían de un lado a otro, un claro ejemplo de su desespero al no saber qué decir.
—Preferiblemente, por el principio. Pero también puedes decirme lo que sientes.—Sus piernas se cruzaron y su cuerpo se reclinó hacia atrás, su espalda pegando contra la madera de la silla y soltando un sonido chirriante.
—Hace semanas he estado pensando en algo. Claramente, me siento cómoda en la relación que tengo ahora con él, Mike es un buen novio y estoy segura de que si yo necesitara mover la roca más pesada del mundo, él lo haría por mí.— Comenzó a hablar rápidamente, pero finalizó arrastrando algunas palabras debido a la falta de aire, sus mejillas comenzaban a tomar un color carmesí bastante peculiar.
—¿Te molesta que sea tan perfecto? ¿O qué es lo que te disgusta? No logro captar lo que me dices. —Le estaba empezando a interesar lo que decía la pelirroja, así que inclinó su mano hasta la mesa que había a su lado y agarró sus lentes. Se los puso inmediatamente.
—¿Por qué si me resulta tan sublime y perfecto, deseo que sea Edving? ¿Por qué cuando miro sus ojos almendrados quiero en realidad ver los orbes acuarela de alguien que claramente ya no tengo en mi vida? — La última frase se escuchó cómo si su garganta fue rasguñada fuertemente, lágrimas se hacían presentes y bajaban por sus mejillas hasta llegar a su pecoso cuello, se veía realmente mal.
—Vamos, no puedo decirte que no llores, porque es algo que debes de hacer, desahógate. Le extendió un pequeño pañuelo que tenía en su bolsillo y ella lo agarró rápidamente, poniéndolo en sus lagrímales, era una técnica que le enseñó su madre cuando era pequeña.
—Ivonne, quiero que entiendas algo. Que alguien o algo sea perfecto, no quiere decir que eso esté funcionando y tenga buenos frutos. Tienes sentimientos mucho más fuertes por otra persona que no es tu pareja.— Volvió a decir Johann, rascó a punta de su nariz mientras por su mente pasaba la idea de que sería bueno escribir sobre eso.
—Es duro ¿sabes? El sentimiento de que, miras los ojos de la persona con la que estás y no sientes nada. Hace unos días, Mike vino con un nuevo corte de cabello, se veía muy fresco y juvenil, realmente atractivo. Pero por mi mente solo pasó Edving, él se hizo ese corte una vez y cuando se lo vi a Mike solo pude echar un vistazo al pasado, a nosotros dos juntos y cómo los ojos azulados me miraban por debajo de esas hebras castañas recién cortadas que le pertenecían a mi amado Edving.
—¿Por qué no vuelves con él? Puedes citarlo en alguna cafetería o un lugar que te guste y hablar con él lo que sientes—Se interesó por preguntar el escritor, sabía que podría ser un tema bastante duro para ella.
—Amor correcto, vida incorrecta. Estoy segura de que estamos destinados a estar juntos, en otras vidas. Pero en esta no, él ya tiene su vida y yo debo de aprender a seguir con la mía.—Respondió con terquedad.—trato de enamorarme de su roce, de cuando besa mis mejillas y dice cada mañana que le gusta cuando mi cabello está alborotado, es perfecto y siento que debido a eso es que no lo amo, no de la manera en la que quiero hacerlo.
—Lo reitero, si sientes un amor tan ferviente, es mejor que lo hables con Edving, puede haber una forma de arreglarlo todo–Repitió. Le estaba empezando a parecer exasperante la situación, no sabría que hacer estando en la situación de Ivonne.
—Yo lo amo, pero no es mío.
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English
-I cannot have it! That was the first thing that came out of the fleshy, but parched lips of the skinny woman who had just dropped her body on the cushions of the red armchair.
Her voice was not portentous, in fact it could be felt as if it depended on a short, fragile string of some old guitar. She looked listless, she had lost that energy with which Johann remembered her.
-What's the matter, are you feeling all right? asks the writer, letting his pen rest beside the yellowed paper he had been writing on.
-Don't be so dramatic. It doesn't really happen...well, actually it does. Something is going on. I just don't know how to explain it. Where do I start?
His pale hands were moving back and forth, a clear example of his desperation at not knowing what to say.
-Preferably, at the beginning. But you can also tell me how you feel. " Her legs crossed and her body leaned back, her back hitting the wood of the chair and letting out a creaking sound.
-For weeks now I've been thinking about something. Clearly, I feel comfortable in the relationship I have with him now, Mike is a good boyfriend and I'm sure that if I needed to move the heaviest rock in the world, he would do it for me.- She began to speak quickly, but finished by slurring a few words due to shortness of breath, her cheeks beginning to take on a rather peculiar crimson color.
-Does it bother you that I'm so perfect? Or what do you dislike? I can't get what you're telling me. " He was starting to get interested in what the redhead was saying, so he bent his hand to the table next to him and grabbed his glasses. He put them on immediately.
-Why, if he looks so sublime and perfect to me, do I wish he was Edving? Why is it that when I look into his almond eyes I actually want to see the watercolor orbs of someone I clearly no longer have in my life? - The last sentence sounded as if his throat was scratched hard, tears were coming and running down his cheeks and onto his freckled neck, he looked really bad.
-Come on, I can't tell you not to cry, because it's something you have to do, unburden yourself. He held out a small handkerchief he had in his pocket and she quickly grabbed it, putting it on her tears, it was a technique her mother taught her when she was little.
-Ivonne, I want you to understand something. Just because someone or something is perfect, doesn't mean that it's working and bearing good fruit. You have much stronger feelings for someone other than your partner- Johann said again, he scratched the tip of his nose as the thought crossed his mind that it would be good to write about it.
-It's hard you know?- The feeling that, you look into the eyes of the person you're with and you don't feel anything. A few days ago, Mike came in with a new haircut, he looked very fresh and youthful, really attractive. But only Edving crossed my mind, he got that cut once and when I saw it on Mike I could only catch a glimpse of the past, of the two of us together and how the blue eyes were looking at me from under those freshly cut brown strands that belonged to my beloved **Edving.
-Why don't you go back to him? You can meet him at some coffee shop or a place you like and talk to him about how you feel-She was interested to ask the writer, she knew it could be a pretty tough topic for her.
-Right love, wrong life. I'm sure we're meant to be together, in other lives. But not in this one, he already has his life and I have to learn to get on with mine, she answered stubbornly, "I try to fall in love with his touch, when he kisses my cheeks and says every morning that he likes it when my hair is tousled, it's perfect and I feel that because of that I don't love him, not the way I want to.
-I reiterate, if you feel such fervent love, you'd better talk it over with Edving, there may be a way to fix it all-Repeated. He was beginning to find the situation exasperating, he wouldn't know what to do being in Ivonne's situation.
-I love him, but he's not mine.
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