¿Cómo olvidar los momentos que definieron el resto de nuestras vidas? Esos momentos donde abrimos los ojos a la vida, despertamos dolorosamente de ilusiones profundas, pero son momentos que aunque nos destruyen se vuelven los andamios de una nueva vida que, aunque tenebrosa al comienzo, nos eleva por encima del mundo entero.
Yo recuerdo ese momento.
Antes de decirlo me gustaría aclarar que todo lo que nosotros hacemos difícilmente es la verdad. Me refiero a la intención. Puedes decir un día que quieres irte a servir a las tribus indígenas que pasan necesidad, pero no sabes que por noble que sea tu objetivo por debajo puedes estar satisfaciendo un miedo, como por ejemplo, a afrontar los problemas de la civilización y por ello eliges los lejanos rincones de la tierra. Aunque tú anhelo sea ayudar a la gente, eso no quita el hecho de que estés huyendo.
Así, lo mismo hacemos con casi todo. Buscamos a la persona perfecta, por ejemplo, pero lo que buscamos es en realidad, a la persona que nos de el menor miedo o ansiedad posible. Eso te podría servir para llevar una vida tranquila, pero si quieres ayudar a los demás, o simplemente vivir la vida, te encontrarás forzosamente con personas que te desafien mental y emocionalmente.
Mi crisis existencial
Cuando tenía unos 20 años estaba convencido de que si cumplía con los mandamientos o que si volvía mi vida una ofrenda de oración, tendría una vida tranquila. Superficialmente eso para mí significaba solo repetir una oración una vez al día y otro a la noche, leer la biblia de vez en cuando. Tal vez debí haber analizado con más profundidad la vida de Jesucristo, que fue una vida llena de servicio y oración, que sin embargo tuvo un fin terrible, aunque noble.
Esperaba que siempre tuviera un guía que me llevara y que mis pasos estuviesen bien ordenados como ocurrió en el caso de los profetas, Moises y demás, sin comprender que eran casos únicos donde la intervención divina era muy necesaria.
Desde luego, cuando sufría de depresión o sufría de ansiedad, justificaba mis miedos diciendo que mis emociones estaban bajo control divino y que por lo tanto todo estaba ocurriendo como debería.
Como podrás imaginar, para tener una vida feliz, esta percepción tendría que irse. Pero lamentablemente, con ella también tuvo que irse el ideal erróneo que tendría de Dios. Así, me quedé sin religión. Con mi religión se fue la confianza de toda mi familia y me convertí en alguien que más bien toleraban porque la fe en Dios era esencial.
Pero, dentro de toda esa oscuridad y soledad hubo algo que me mantuvo adelante. La sabiduría. Mi búsqueda de sentido y de comprensión me llevó a la verdadera naturaleza de Dios. Que no es nada menos que todo lo que existe. Que el concepto del bien y del mal se diluye ante el gran propósito que se muestra ante nosotros cuando hacemos las paces con el socio más importante que tendrás en esta vida: Tú mismo.
Si quieres conocer a los demás, pero no te conoces a ti mismo, te encontrarás la mayor parte del tiempo desconcertado. Cuando tuve mi crisis me odiaba por los trastornos que me infestaban y que me hacían sentir inútil. A falta de alguien que me comprendiera o me guiara, tuve que ser yo mismo, conforme fui desarrollando mi autoestima.
¿Te gustaría salir adelante de cualquier situación? Confía en la fortaleza que te ha mantenido vivo, a pesar de todo. No hace mucho, los pensamientos suicidas, generados por la impotencia que causaba el estar a merced de mis emociones estaban a la orden del día.
Hoy me motiva cada área de mi propia mente, de mi emoción o de mi cuerpo que pueda conquistar. A cada miedo que pueda desafiar, porque después de enfrentar a los titanes de la depresión de la ansiedad me doy cuenta que soy yo la fuente de todos mis bloqueos y también del inconmensurable poder que está velado en la autocomprensión de tu propio ser.
Como decía Lao Tse:"Sin salir de casa se conoce el mundo".
Quiero animarte a sentarte un día y sentir con cuidado. ¿De qué estoy huyendo? ¿Qué miedos e inseguridades estoy ocultando detrás de mis más grandes orgullos?
¡Tal vez te sorprendas encontrar parásitos emocionales, dentro de tus ideales más sagrados!
Es un placer compartir contigo otra reflexión. Y quisiera agradecer a @rosahidalgo por presentar este tema, que por más oscuro que sea no deja de ser muy importante de traer a luz.
Edición con pixlr
How can we forget the moments that defined the rest of our lives? Those moments where we open our eyes to life, painfully awaken from deep illusions, but that, although they destroy us, become the scaffolding of a new life that, although dark at first, elevates us above the entire world.
I remember that moment.
Before I say it I would like to clarify that everything we do is hardly the truth. I mean intention. You can say one day that you want to go serve the indigenous tribes that are in need, but you don't know that no matter how noble your objective may be, underneath you may be satisfying a fear, such as facing the problems of civilization and for that reason, you choose the far corners of the earth. Even if you want to help people, that doesn't take away the fact that you're running away from something.
Thus, we do the same with almost everything. We are looking for the perfect person, for example, but what we are looking for is actually the person who gives us the least possible fear or anxiety. That could help you lead a quiet life, but if you want to help others, or just live life, you will inevitably come across people who will challenge you mentally and emotionally.
My existential crisis
When I was in my 20s I was convinced that if I kept the commandments or made my life a prayer offering, I would have a peaceful life. On the surface that to me just meant repeating a prayer once a day and another at night, reading the bible from time to time. Perhaps I should have taken a deeper look at the life of Jesus Christ, which was a life full of service and prayer, which nevertheless came to a terrible, albeit noble, end.
I hoped that I would always have a guide to take me and that my steps would be well ordered as they happened in the case of the prophets, Moses, and others, without understanding that they were unique cases where divine intervention was very necessary.
Of course, when I suffered from depression or anxiety, I justified my fears by saying that my emotions were under divine control and therefore everything was happening as it should.
As you can imagine, to have a happy life, this perception will have to go. But unfortunately, with her, the erroneous ideal that she has of God also had to go. Thus, I was left without religion. With my religion, the trust of my whole family left and I became someone who was rather tolerated because faith in God was essential.
But, within all that darkness and loneliness there was something that kept me going. Wisdom. My search for meaning and understanding led me to the true nature of God. Which is nothing less than all that exists. May the concept of good and evil be diluted by the great purpose that is shown before us when we make peace with the most important partner you will have in this life: yourself.
If you want to know others, but you don't know yourself, you will find yourself confused most of the time. When I had my crisis I hated myself for the disorders that infested me and that made me feel worthless. Lacking someone to understand or guide me, I had to be that person as I developed my self-esteem.
Would you like to get ahead of any situation? Trust in the strength that has kept you alive, despite everything. Not long ago, suicidal thoughts, generated by the impotence caused by being at the mercy of my emotions, were the order of the day.
Today I am motivated by every area of my own mind, my emotions or my body that I can conquer. To every fear that I can defy, because after facing the titans of anxiety and depression I realize that I am the source of all my blocks and also of the immeasurable power that is veiled in the self-understanding of your own being.
As Lao Tzu said: "Without leaving home you know the world".
I want to encourage you to sit down one day and feel carefully. What am I running from? What fears and insecurities am I hiding behind my greatest pride?
You may be surprised to find emotional parasites within your most sacred ideals!
It is a pleasure to share with you another reflection. And I would like to thank @rosahidalgo for presenting this topic, which, however dark it may be, is still very important to bring to light.
editing with pixlr