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¿Quién sería yo sin mi madre? Ella lo es todo para mí. En cada instante significativo de mi vida ha estado presente con su amor, su apoyo y su increíble positivismo. Desde que soy chico me ha aconsejado a pensar con la realidad, o como ella misma lo dice: a tener los pies sobre la tierra. Esto me ha alentado a no crear muchas expectativas y por sobre todo a trabajar duro por mis metas: mi madre ha estado presente en cada uno de mis triunfos, e incluso en la adversidad, cuando me encuentro perdido, es ella la que me da ánimos para alzar los puños y batallar contra los problemas.
No soy madre, pero sé que es una tarea difícil, compleja, llena de múltiples variables. Como hijo, entiendo el sacrificio que a veces hacen las mamás para preservar la felicidad en sus niños, incluso cuando estos crecen y logran hacer sus propias familias. ¿Cómo no amarlas? Llevo mucho tiempo pensando en escribir esto, pues me siento agradecido con el ser al que más amo en el mundo…
Este post va dedicado a mi mayor superheroína: mi mamá.
Pregunto, ¿Qué es una superheroìna? Serán esas figuras de la televisión, aquellas que tienen poderes y vuelan con capas. Heroísmo, al menos para mí, va más allá. De niño tanto mis hermanos como yo sufríamos de asmas. Mi papá trabajaba muy lejos, y eso nos dejaba bajo la tutela de nuestra mamá. Nos enfermábamos muchísimo, tanto que las madrugadas se convirtieron en una salida fija al hospital. Era horrible: la sensación del asma, de un cansancio y un silbido que surgía desde los pulmones. Eso para mi mamá era aun peor, pues ella no dormía durante noches enteras para controlar nuestra fiebre o suministrarnos los medicamentos.
En aquel entonces ella estudiaba para convertirse en una gran abogada, pero tuvo que abandonar la carrera para poder atender nuestra salud y cuidarnos. Yo tenía unos 6 años aproximadamente, por lo que en primera instancia me alegré de que mi mamá estuviera más tiempo con nosotros. Luego, al crecer, sentí algo de culpa, pues si yo no hubiera enfermado tanto quizás ella se hubiera titulado en la profesión jurídica. Todavía hoy le pregunto: ¿Por qué no terminaste tus estudios de abogada? Y ella, como si nada, me responde que fue una decisión de la que nunca se arrepintió. Para mamá nuestra salud era mucho más importante…
Y aquí, entiendo el verdadero heroísmo. Mi mamá lo dejó todo por nosotros, fue un acto de amor que sin duda alguna, no puede compararse con nada. Sé que allá afuera hay muchas madres que, impulsadas por la salud física, mental o emocional de sus hijos hacen hasta lo imposible para que ellos puedan ser felices, incluso abandonan sus propias metas y proyectos. Es imposible ignorar tal acto de bondad, de generosidad y por sobre todo de amor. Sea cual sea la circunstancia, mientras un hijo esté feliz una mamá también lo está. De ahí el hecho de que las madres son sin duda alguna, auténticas heroínas.
Claro que cuando mis hermanos y yo crecimos mi madre reanudó sus estudios, pero esta vez optó por la docencia. La apoyamos desde el principio y, tras unos cuantos años, logró obtener su título universitario. Creo que el cuidarnos afloró en ella un amor hacia los niños, más aun de bajos recursos. En un país donde la educación sucumbe, ver a maestros tan entusiasmados por brindar esperanza al futuro de la nación me enorgullece, y esto lo digo porque mamá ama muchísimo su profesión, tanto que a veces, cuando le digo que renuncie a la escuela por el bajo sueldo que gana, ella sin tartamudeos responde que no puede abandonar a tantos niños que la necesitan.
¡Para mí es admirable!
Siempre fuimos (y somos) una familia humilde, con lo suficiente para ser felices: amor y unión. Ese fue otro valor que nos inculcó mamá: la humildad. Hubo tiempos en los que Santa Claus no llegó a casa, ni logramos comprar esos juguetes de última generación o tal vez esa ropa elegante. No obstante, tanto mis hermanos como yo entendíamos que no podíamos andar exigiendo cosas cuando no había dinero. Nunca nos faltó, sin embargo, el cariño. Eso despertó en nosotros la necesidad de darlo todo tanto por mamá como por papá. Recuerdo que nos proponíamos sacar las mejores calificaciones en el colegio para llenarlos de orgullo.
¡Y vaya que lo logramos!
Mi mamá cultivó en nosotros el lazo de la hermandad y el trabajo en equipo, algo que la ayudó mucho a ella y a sus hermanos cuando perdieron a su madre. Así es, mamá perdió a nuestra abuela cuando era muy joven, y a partir de ahí tuvo que enfrentar la adversidad como si fuera el pan de cada día. Se enfrento incluso a su propia familia para lograr su felicidad. Sin recursos económicos, ni apoyo, ni absolutamente nada más que su deseo de superarse, mamá logro demostrar que sí se puede lograr una meta aunque el mundo esté en contra.
Esto me sirvió de inspiración en mis épocas de universidad; allí mi madre me apoyó muchísimo. Fueron épocas difíciles, pues en ese instante la situación económica del país estaba en su peor momento. Ella adelgazó mucho, incluso, era la primera vez que la veía tan delgada. La preocupación de mi madre por mis estudios de ingeniería era muy grande, incluso creo que más grande que la mía.
Nuevamente, se desprendió de mucha de sus cosas para ayudarme económicamente, aun cuando yo trabajaba y hacía lo imposible para no ser un peso económico para ellos. Acepté el dinero con la promesa de devolvérselo, pues sabía lo que aquellas cosas que había vendido significaban para ella. Mi madre solo dijo que deseaba verme graduado… mi título de ingeniero civil se lo dediqué a ella. La graduación fue en plena pandemia, por lo que solo me permitieron llevar a un familiar y obviamente elegí a mi madre. ¿Cómo no hacerlo? Me siento orgulloso de mi mamá, pues solo ella me ha guiado a lo que soy ahora.
Hijos del mundo, siéntanse orgullosos de sus madres. Su amor es infinito, su sabiduría eterna. No las menosprecies, nunca las olvides. Ellas son superheroínas, mujeres de vida y futuro. Nos brindan amor desde que estamos en su vientre, y nos encaminan a la verdadera felicidad: el amor. Un amor puro e inigualable, un amor que brota desde la sinceridad y la familia, y permanece infinitamente en nuestros recuerdos.
Yo estoy y estaré siempre agradecido de todo lo que me ha dado, y eso contempla la vida, el amor, el cariño, el apoyo incondicional y los consejos sabios. Como lo dije al principio, ella es mi superheroína… el ser que nunca me cansaré de amar.
Fotografías tomadas con mi Xiaomi Redmi 10S
English
Who would I be without my mother? She is everything to me. In every significant moment of my life she has been present with her love, her support and her incredible positivity. Since I was a boy, she has advised me to think with reality, or as she herself says: to keep my feet on the ground. This has encouraged me not to create too many expectations and above all to work hard for my goals: my mother has been present in each of my triumphs, and even in adversity, when I find myself lost, she is the one who encourages me to raise your fists and fight against problems.
I am not a mother, but I know that it is a difficult and complex task, full of multiple variables. As a son, I understand the sacrifice moms sometimes make to keep their kids happy, even when they grow up and start families of their own. How not to love them? I've been thinking about writing this for a long time, because I feel grateful to the being I love the most in the world...
This post is dedicated to my greatest superhero: my mom.
I ask, what is a superheroine? It will be those figures on television, those who have powers and fly with capes. Heroism, at least for me, goes further. As a child both my brothers and I suffered from asthma. My dad worked far away, and that left us under the tutelage of our mom. We got very sick, so much so that early mornings became a fixed trip to the hospital. It was horrible: the feeling of asthma, of tiredness and a wheezing that arose from the lungs. That for my mom was even worse, because she didn't sleep for whole nights to control our fever or give us the medicines.
At that time she was studying to become a great lawyer, but she had to drop out in order to take care of our health and take care of us. I was about 6 years old, so at first I was glad that my mom was with us longer. Then, growing up, I felt some guilt, because if I hadn't been so sick, maybe she would have graduated from the legal profession. I still ask him today: Why didn't you finish your law studies? And she, as if nothing had happened, replies that it was a decision that she never regretted. For mom our health was much more important...
And here, I understand true heroism. My mom left everything for us, it was an act of love that, without a doubt, cannot be compared to anything. I know that there are many mothers out there who, driven by the physical, mental or emotional health of their children, do the impossible so that they can be happy, they even abandon their own goals and projects. It is impossible to ignore such an act of kindness, generosity and above all love. Whatever the circumstance, as long as a son is happy, a mother is too. Hence the fact that mothers are, without a doubt, authentic heroines.
Of course, when my brothers and I grew up, my mother resumed her studies, but this time she chose to teach. We supported her from the beginning and, after a few years, she managed to get her university degree from her. I think that taking care of her brought out in her a love for children, even more low-income children. In a country where education is failing, seeing teachers so enthusiastic about giving hope to the nation's future makes me proud, and I say this because Mom loves her profession so much, so much so that sometimes when I tell her to quit school for the under the salary she earns, she without stammering replies that she cannot abandon so many children who need her.
To me she is admirable!
We were always (and are) a humble family, with enough to be happy: love and togetherness. That was another value that mom instilled in us: humility. There were times when Santa Claus didn't come home, nor did we manage to buy those cutting-edge toys or maybe those fancy clothes. However, both my brothers and I understood that we could not go around demanding things when there was no money. We never lacked, however, affection. That awakened in us the need to give everything for both mom and dad. I remember that we intended to get the best grades in school to fill them with pride.
And boy did we make it!
My mom cultivated in us the bond of brotherhood and teamwork, something that helped her and her siblings a lot when they lost her mother. That's right, her mother lost our grandmother when she was very young, and from then on she had to face adversity as if she were her daily bread. She even faced her own family to achieve her happiness. Without financial resources, or support, or absolutely nothing other than her desire to improve, Mom managed to show that a goal can be achieved even if the world is against it.
This inspired me in my university days; there my mother supported me a lot. Those were difficult times, because at that moment the country's economic situation was at its worst. She lost a lot of weight, even, it was the first time she saw her so thin. My mother's concern for my engineering studies was very great, I even think she was greater than mine.
Again, she got rid of a lot of her things to help me financially, even when I worked and did my best not to be a financial burden to them. I accepted the money with the promise to return it to her, knowing what those things I had sold meant to her. My mother only said that she wanted to see me graduate… I dedicated my civil engineering degree to her. The graduation was in the middle of a pandemic, so I was only allowed to bring a relative and obviously I chose my mother. How not to do it? I am proud of my mom, because only she has guided me to who I am today.
Children of the world, be proud of her mothers. His love is infinite, his wisdom eternal. Do not underestimate them, never forget them. They are superheroines, women of life and future. They give us love since we are in her womb, and lead us to true happiness: love. A pure and incomparable love, a love that springs from sincerity and family, and remains infinitely in our memories.
I am and will always be grateful for everything she has given me, and that includes life, love, affection, unconditional support and wise advice. As I said at the beginning, she is my superhero… the one I will never get tired of loving.
Pictures taken with my Xiaomi Redmi 10S