Villas San Bruno, Merida

Los planes cambiaron por completo, el 24 de diciembre, cuando nos arreglábamos para la cena de navidad, nos marco un amigo de Merida para decirnos que a su hermana le había dado covid y no iba a poder salir por 40 días de la casa en la playa que nos había rentado para estas vacaciones. Pero qué no nos preocupáramos, porque había unas Villas llamadas San Bruno, disponibles y localizadas en la playa.

No puedo negar que el lunar está muy agradable, la vista a la playa esta increíble, los cuartos están muy cómodos, hay aire acondicionado en todas partes y en la terraza tenemos una mesa para poder jugar juegos de mesa en la noche. El único problema es qué hay infinidad de escaleras para subir al roof y bajar a la playa y casa vez que subimos a bajamos, tengo que estar cargando a la Noia porque ya tiene muy débiles las patas traseras.

Ayer nos desvelamos porque el vuelo se retrasó, de haber salido a las 8 de la noche, termino saliendo a las 11, por lo que llegamos a la 1 y en lo que esperábamos maletas, cenamos y llegamos a las villas que estaban lejos del aeropuerto, nos dormimos hasta las 4 de la mañana. Ya que haya descansado más, espero poder subir al roof a tomas fotos del amanecer, me encanta verlo. Por algún lado tengo fotos guardadas de amaneceres en puebla, que buscaré para poderlos subir aquí.
Pobres perras, cansadas, no habían echo pipí y no les habíamos podido dar de cenar, porque si no se iban a hacer del baño en el vuelo. Mi mamá y yo preocupadas, porque no habían podido hacer pipí, compramos unos pañales en la farmacia. A los 5 minutos ya se habían quitado en panal y dejamos al destino decidir si se harían pipí, por suerte no lo hicieron, pero la Noia en cuando bajamos del avión, hizo caca, fue todo un rollo porque fue haciendo por partes y no tenía las bolsitas para limpiarla, pero al final se pudo solucionar.

Siempre es complicado viajar con mascotas, por el peso, porque llevas maletas, por la preocupación de que pase algo y no las dejen pasar. Pero no me arrepiento de haberla traído, es la más feliz en el viaje.

Ella es Noia, molestando desde temprano porque tiene hambre, aún no tenemos coche para ir al súper por croquetas, así que le di carne que traía la pizza para que no muriera de hambre mi pobre gorda.