Chuenga

in #hive-1100112 years ago

¡Hola queridos amigos de Hive! 😃

Espero que anden bien


El otro día, charlando con un amigo, recordé a un personaje popular de la Buenos Aires del siglo XX, y pensé que estaría muy bueno compartir su historia con ustedes.

Sin más preámbulos, les presento al entrañable "Chuenga".

-- Fuente. --

Su nombre real era Jorge Eduardo Pastor, y su ocupación desde muy chico fue trabajar en la calle.

Envoltorios de caramelos Chuenga que conservé, y que ahora tengo en venta, para algún nostálgico como yo que los quiera. -- Foto propia. --

Fue reconocido por vender unos caramelos de elaboración propia y casera. Estos consistían en una masa dulce y masticable, con forma muy irregular, envuelta en un papel que superaba en gran medida su volumen.

Había de varios sabores, entre los que se encontraban, ananá, frutilla y banana.


Desde principios de la década de 1930, hasta finales de los 70, su presencia se hizo notar en todo evento social que ocurriera en la ciudad. Desde partidos de fútbol y combates de boxeo, hasta el velorio de la mujer del expresidente Juan Domingo Perón.
Incluso en ocasiones se comentaba haberlo visto en distintos lugares en un mismo día.
Siempre con su bolso repleto de golosinas a cuestas, las ofrecía al grito de ¡Chuengaaaa-aaa-aaa!, con una voz estridente e inconfundible. Se desplazaba por los pasillos y las gradas con gran agilidad y pericia.

Chuenga (a la derecha de todo) posando con el equipo de los Harlem Globetrotters, y el presidente Juan Domingo Perón (en el centro). -- Fuente. --

El intercambio comercial era el siguiente: a cambio del valor de un billete, entregaba con presteza un puñado de sus caramelos y continuaba rápidamente con su recorrido.
Ante un eventual reclamo de algún cliente insatisfecho, Chuenga no dudaba en aumentar la ración entregada.
Era un vendedor nato. Hoy lo llamaríamos un micro-emprendedor.
Poseía un carisma especial, el cual hacía casi irresistible el comprarle.

En el centro, con dos personalidades de la televisión a sus costados. -- Fuente. --

Yo tuve en mi vida dos encuentros con él.

En plena labor -- Fuente. --

El segundo, sucedió alrededor del año 1976 o 1977, en el estadio del club Ferro Carril Oeste, siendo Chuenga ya mayor, pero conservando su simpatía y locuacidad. Se jugaba un partido de fútbol, y yo había ido a alentar a mi equipo, San Lorenzo.
Por supuesto que comí de sus renombrados caramelos.

Sin embargo, el primer encuentro, ocurrido unos años antes, siendo yo chico, fue el que dejó una huella en mí.
Estando con mi familia un domingo, "Día del Niño", en un restaurante, de repente irrumpió Chuenga con su clásico bolso, y su pulóver multicolor, regalando caramelos a todos los niños presentes.
Este acto de caridad da una semblanza de su calidad humana, y un indicio de por qué fue tan querido por todos.


Su pérdida, en 1984, dejó un vacío en la ciudad, y en particular en los estadios. Sin embargo Chuenga no se fue, pues sigue presente en el recuerdo de varias generaciones.

-- Fuente. --

Ojalá que el cariño que intenté transmitir con este post, sea visible.
Gracias por leer. Un abrazo grande de parte de Tío Rico.
😀👍

Sort:  

Interesante e inspiradora historia de como este vendedor que podemos llamar ambulante llego a conocer a tantas personas tanto de las que podemos llamar personalidades, como a la gente común y lo mas importante que fue amado y es recordado por todos, si todos fuéramos un poquito como el ceo que el mundo seria otro, las fotografías que elegiste me han encantado por sus tonos.

Gracias por leer 😄. Me alegro que te haya gustado.

Sin duda, este señor era todo un personaje. Mientras leía su historia no podía dejar de pensar que es admirable lo lejos que llegó vendiendo sus caramelos. Otra cosa que no pude evitar preguntarme fue cómo hacía los caramelos, qué tan sabrosos eran y si sus primeras ventas habrán sido igual de exitosas, pues no todo el mundo se lleva a la boca unos caramelos hechos por un extraños.
Me gustó tu públicación. Saludos.