[ESP-ENG] CARNE Y HUESOS

in #hive-1324103 years ago


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Foto de Fred Pixlab en Unsplash

Que a quien daña el saber, homicida es de sí mismo.

He who harms knowledge is a murderer of himself.


— Pedro Calderón de la Barca


E S P A Ñ O L

CARNE Y HUESOS

La espesura de los horrores se pasea por nuestras cabezas como una bruma depredadora. Acechando a sus víctimas con un disfraz de aglomeración que entra sigilosamente en las casas. Ni los aromas, ni turbias palabras pueden alejar la maldad que con ojos cazadores nos persigue, logrando carcomer la tranquilidad paulatinamente sin que nos diéramos cuenta. Patricia no lo sabía, pero sus ojos comenzaron a despedir una maldad terrible; como un vapor que no sigue fluyendo hasta disolverse por completo su centro.

Todo comenzó en un solo día, era un domingo perfecto para descansar. Me hallaba en el sofá atónito al ver una noticia en el televisor: la noche anterior, un hombre fue capturado en un restaurante al tratar de comerse a una mujer. Según los testimonios, no dejaba de pedir comida a los meceros, hasta que cayó en un desespero e intentó comerse a lo primero que se hallaba cerca de él.

El hombre fue detenido por varias personas, no dejaba de gritar que tenía hambre y mugía con toda la fuerza de su garganta; mientras un río de saliva salía de su boca repulsivamente. Al final logró liberarse, pero los testigos aseveraron haber visto algo que les provocará pesadillas de por vida. Los ojos del hombre comenzaron a brotar, mientras su piel germinaba en espasmos glutinosos que revolvían su cuerpo asquerosamente. De repente parecía implosionar y luego se convirtió en un charco viscoso de carne y huesos. La gente quedó petrificada por el espanto y no tardaron en llegar los medios.

Traté de imaginar todo en mi cabeza, aunque no fui testigo, todo me provocó un lacerante asco.

—Oye Patricia, ¿estás escuchando esto? —Le pregunté a mi esposa quien estaba al otro lado—. Qué asco, ¿verdad? Imaginé todo en mi cabeza y sentí nauseas. Espero que no sea una nueva enfermedad pandémica, que nos pueda dejar confinados en nuestras casas, y si es así, será algo mucho peor que el COVID.

Todo quedó en silencio después de hablar, me di cuenta que ella no me escuchaba.

—¿Cariño, estás?

—Si cariño, —respondió— aquí estoy, pero no me siento muy bien, tengo unos dolores de cabeza como si se me hubiera subido la tensión.

—¿Quieres que te traiga algo?

—No, gracias, ya me tomé una pastilla hace rato y el dolor no se va. Quizás deba recostarme a ver, espero que se me alivie con un poco de descanso.

—Está bien, cariño, en un rato iré a verte.

Mientras caminaba hacia la habitación, se tambaleó dos veces, comencé a preocuparme un poco. No pasaron ni cinco minutos cuando pasé a la habitación a verla.

—Cariño, ¿cómo te encuentras? —Se había quedado profundamente dormida. Parece que si fue el cansancio, lo cual me pareció muy raro, ya que noté que ella se había levantado esta mañana con ánimos; mucho más que yo.

Me senté a su lado un rato y la observé, pude notar con un poco de estupor unos espasmos que duraron un poco más de dos segundos en su mejilla izquierda, no le di importancia y sostuve su mano un segundo, luego me devolví a la sala y seguí viendo la televisión.

Después de una hora, ella finalmente se levantó y se dirigió a la cocina.

—¿Cómo sigues, cariño? —Le pregunté, pero ella me ignoró por completo.

—¿Cariño? ¿Todavía te duele la cabeza? —No me daba respuesta y yo comencé a extrañarme.

Me acerqué hacia la cocina y vi como ella hurgaba en el refrigerador. Sacó todas las carnes, pensé que se disponía a preparar el almuerzo.

—¿Qué harás de comer cari…? —No pude terminar de articular después de ver aquel horror. Ella tomaba cada trozo de carne y lo consumía crudo y congelado.

—¿Qué estás haciendo, Patricia? —Me ignoraba completamente, solo devoraba monstruosamente con un hambre atroz.

Fui tras ella y traté de detenerla, pero opuso resistencia contra mí.

—¡Basta! ¡Detente! ¿Qué estás haciendo? —Vociferaba mientras trataba de detenerla.

—¡Tengo hambre! ¡Déjame en paz! —Ahí no tuve otra opción que tomar sus manos y colocarlas hacia atrás.

—¡Suéltame, maldito infeliz! ¡Déjame en paz! ¡Déjame comer! —Ahí ya estaba sumamente asustado, su voz era sumamente grave como la de un monstruo.

—¡Por favor, cariño! ¿Qué te ocurre? ¡Me estás espantando! —La detenía mientras ella intentaba liberarse de mi agarre.

De repente, sus ojos comenzaron a tratar de salirse de sus cuencas. Su piel se volvía glutinosa mientras se derretía horripilantemente. Recordé aquella noticia en la que a aquel hombre le ocurría lo mismo, y como un impulso, me eché para atrás vislumbrando como mi esposa se convertía en un charco de carne y huesos.

FIN

E N G L I S H

MEAT AND BONES

The thicket of horrors wanders over our heads like a predatory mist. Stalking its victims with a disguise of agglomeration that stealthily enters the houses. Neither scents, nor murky words can keep away the evil that with hunting eyes pursues us, managing to eat away the tranquility gradually without us realizing it. Patricia did not know it, but her eyes began to give off a terrible evil; like a vapor that does not continue to flow until its center is completely dissolved.

It all started in a single day, it was a perfect Sunday to rest. I was on the couch stunned when I saw a news item on the TV: the night before, a man was caught in a restaurant trying to eat a woman. According to testimonies, he kept asking the waiters for food, until he got desperate and tried to eat the first thing that came near him.

The man was stopped by several people, he kept shouting that he was hungry and moaning with all the strength of his throat; while a river of saliva came out of his mouth repulsively. He finally managed to free himself, but witnesses claimed to have seen something that will give them nightmares for the rest of their lives. The man's eyes began to bulge, while his skin sprouted in glutinous spasms that revolted his body disgustingly. Suddenly he seemed to implode and then turned into a viscous puddle of flesh and bones. People were petrified with horror and it didn't take long for the media to arrive.

I tried to imagine everything in my head, although I was not a witness, everything provoked a lacerating disgust in me.

-Hey Patricia, are you listening to this? -I asked my wife, who was on the other side. Disgusting, isn't it? I pictured it all in my head and felt nauseous. I hope it is not a new pandemic disease, which could leave us confined to our homes, and if it is, it will be something much worse than COVID.

All was silent after I spoke, I realized she was not listening to me.

-Honey, are you there?

-Yes, honey," she answered, "I'm here, but I don't feel very well, I have headaches as if my blood pressure had risen.

-Do you want me to bring you something?

-No, thanks, I took a pill a while ago and the pain won't go away. Maybe I should lie down and take a look, I hope it will ease up with a little rest.

-All right, honey, I'll check on you in a little while.

As I walked to the room, he staggered twice, I began to worry a little. It wasn't five minutes later when I went into the room to see her.

-Honey, how are you feeling? -She had fallen fast asleep. It seemed that if it was exhaustion, which I found very strange, since I noticed that she had woken up this morning in high spirits; much more so than I had.

I sat next to her for a while and watched her, I could notice with a little stupor some spasms that lasted a little more than two seconds on her left cheek, I didn't give it importance and held her hand for a second, then I went back to the living room and continued watching TV.

After about an hour, she finally got up and headed for the kitchen.

-How are you doing, honey? -I asked her, but she completely ignored me.

-Honey? Does your head still hurt? -She didn't give me an answer and I started to miss her.

I walked over to the kitchen and watched as she rummaged through the refrigerator. She took out all the meats, I thought she was about to prepare lunch.

-What are you going to make for lunch, honey? -I couldn't finish articulating after seeing that horror. She took each piece of meat and consumed it raw and frozen.

-What are you doing, Patricia? -She was completely ignoring me, just devouring monstrously with an atrocious hunger.

I went after her and tried to stop her, but she resisted me.

-Stop it! Stop it! What are you doing? -I shouted as I tried to stop her.

-I'm hungry! Leave me alone! -I had no choice but to grab her hands and pull them back.

-Let go of me, you bastard! Leave me alone! Let me eat! -He was already extremely frightened, his voice was as deep as a monster's. "Please, honey!

-Please, honey! What's the matter with you? You're scaring me! -I stopped her as she tried to free herself from my grip.

Suddenly, her eyes began to try to bulge out of their sockets. Her skin became glutinous as she melted horribly. I remembered that news story where the same thing happened to that man, and on impulse, I pulled back as I watched my wife turn into a puddle of flesh and bones.

THE END

Escrito por @universoperdido. 26 de mayo del 2022

Written by @universoperdido. May 26, 2022

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Cada ocasión que me permito leerte me voy siempre sorprendido, es muy intrigante como llegaste a este punto. Alguien que tiene hambre, pero se siente como el síntoma de una maldición espuria en el cuerpo de ciertas personas, lo veo de esta manera. ¿Soñolienta? Acaso cuando miro el televisor ya todo estaba definido o es que al caer rendida y dejar ocultar sus ojos en eso que llamamos sueño todo se consumió. Leí esto muy temprano, aún sigo con la intriga, pero para ir un poco más lejos está la escena de la nevera. ¿Cuál fue el pecado mortal? :)

Saludos, @neruel.

Bueno quería dejar en la introducción un esbozo de lo que el lector se podría encontrar, más un escenario donde ocurren los hechos y otro muy distinto, pero con sucesos similares. Quería ser fiel al espacio-tiempo de cada acontecimiento. Los últimos párrafos fueron para concluir, sobre una historia que se refiere a un horror intangible; ya sea biológico o espectral.

¡Guaooooo! me fascinó tu relato, me mantuvo en vilo durante toda la lectura. ¡Saludos!

Saludos, @brujita18 que bueno que fue de tu agrado y absoluto interés.
¡Feliz tarde!

¡Saludos @universoperdido !


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