Otras formas en las que se expresa el amor

Todos hemos vivido del miedo en algún momento cuando se nos acumulan eventos negativos uno tras otro, esa época de mala racha que nos hace cuestionarnos muchas cosas. Aparecen las interrogantes: ¿qué he hecho para merecer tanto?, ¿qué karma estaré pagando yo? 😂

Sobre todo, cuando esas incidencias se extienden durante varios años. Los que residimos en países como Venezuela, vivimos con más intensidad las épocas de crisis, lo que influye notoriamente en que se haga más cuesta arriba darle un giro positivo al miedo.

Digamos que ya tenemos nuestra cuota extra de “mala suerte”, sin embargo, no es imposible darle ese giro. En los últimos años he adoptado como filosofía esta frase del llano: “lo que no deja, déjalo”. No se trata de ser conformista, sino de no añadirse más estrés con lo que no se puede resolver, no hace falta llenar más el vaso de acontecimientos negativos.

El estrés genera cortisol y baja las defensas.

El amor es un sentimiento complejo y multifacético que se manifiesta de innumerables formas. Al reconocer y apreciar sus diferentes matices, podemos enriquecer nuestras vidas y nuestras relaciones con los demás.

Como nos sugiere @rosahidalgo, si nos centramos en el amor que recibimos diariamente logramos vencer al miedo, pues ese amor lo podemos encontrar expresado más allá de una relación de pareja, de amistad o de familia. El amor es poderoso y nos conecta con la energía divina del universo. Está en un nivel de vibración superior y más alto.

Para empezar, lo hallamos en la naturaleza, cuando salimos a caminar afuera y sentimos el sol en nuestra piel, respiramos aire puro y escuchamos el canto de los pájaros. Cuando observamos los árboles y vemos cómo el viento mueve sus hojas, esa “simple” sensación da paz y armonía.

Nos recuerda que no estamos solos, nos saca de la rutina.

El amor se asoma también con las buenas acciones de desconocidos hacia nosotros. Por ejemplo: no tenemos carro y alguien nos ve en la calle, batallando con unas bolsas pesadas en una subida a pleno sol. Esa persona decide orillarse y ofrecernos un aventón: “¿Amiga para dónde vas? Yo puedo acercarte más”.

O cuando un vecino nos saca de un apuro: se nos rompe una tubería en pleno fin de semana y no aparece ningún plomero, pero sí hace acto de presencia ese vecino con una solución provisional, un parche de goma que te ayuda a fijar con una cinta.

De igual forma, esas buenas acciones pueden ser de servicio: una labor social, donar ropa y otros objetos a quien más lo necesita, rescatar animales que han sido abandonados y maltratados, luchar por una causa justa, difundir formas de cuidar el medio ambiente…

Compartir nuestra creatividad en redes sociales también es una forma de amor. Creando comunidad, conectamos con la gente 🙌.

Por último y no menos importante, escuchar atentamente a los demás sin interrumpir, ofreciendo nuestros oídos para quien lo necesite es otra manera de amar al prójimo. ¿Cuántas veces hemos escuchado solo para responder? No necesariamente el otro busca un consejo, solo necesita ser oído y expresar lo que siente sin esperar un juicio de vuelta.

En estas acciones desinteresadas se ve expresado el deseo de ayudar sin esperar nada a cambio, poniendo en práctica la empatía para comprender las necesidades de los demás. A través de la solidaridad podemos mejorar la vida de quienes nos rodean. Y tú, ¿de qué manera ayudas al prójimo? ¿Qué es el amor para ti?

Estos últimos meses me ha costado no vivir del miedo, admito que he estado muy irritable y no me gusta esa faceta de mí, pero me enfoco en todo el amor que nombré antes y me devuelve la esperanza, recupero la fe en la humanidad. Porque todavía existen personas buenas que quieren aportar al mundo.