Las crisis financieras siempre vienen acompañadas de crisis sociales, y Cuba, ya lleva muchas décadas en crisis. Tanto así que en 2024 el país se encuentra en algunos casos con indicadores similares o peores que los de la década de 1990. Esto ha provocado como consecuencia el aumento de los sin hogar y de la mendicidad.
Ante la crisis sostenida muchas personas y familias han encontrado en el pedir limosna una manera de complementar su maltrecha economía. Ya es común encontrarse con personas en la calle solicitando una ayuda económica y esto, lamentablemente, ya no es solo exclusivo de los adultos. Cada vez es más frecuente encontrarse con niños pidiendo dinero o siendo utilizados como gancho de lástima por algunos adultos. Realmente ante tal fenómeno, a veces, es difícil discernir entre quien genuinamente necesita la ayuda y quienes solo son oportunistas.
En el caso de las personas sin hogar es cierto que, ante la falta de medicamentos, muchas personas con desórdenes, enfermedades o deterioro mental se descompensan al no poder mantener sus tratamientos y terminan en la calle con crisis y/o episodios psicóticos de los que no pueden salir. O, simplemente, sin poder recordar el camino a casa.
Las causas que llevan a las personas a vivir en la calle son variadas y pueden incluir adicciones, problemas económicos, rechazo y/o violencia familiar, enfermedades psiquiátricas, etc.
Como siempre las autoridades comunistas que controlan el país hablan con eufemismos para maquillar este fenómeno social. Para ellos no son personas sin hogar, son “personas con conductas deambulantes”.
En el 2020 un trabajo periodístico del periódico oficialista Granma hablaba de la situación de estas personas y las acciones en su favor, con su dosis de triunfalismo y propaganda incluida, ha sido replicado por partida doble en el sitio web gubernamental Cubadebate:
A pesar de lo que se podría pensar, hoy la situación de estas personas parece mucho menos favorable, sobre todo fuera de la capital. Un trabajo periodístico independiente de hace ya más de cuatro años da una visión un poco más real sobre este tema.
Desafortunadamente no se cuenta con ninguna estadística oficial sobre este tema, parece que el gobierno aplica el mantra de lo que no se muestra no existe. Al menos, un aspecto positivo a resaltar es que estas personas no son criminalizadas.
Todas las fotos fueron hechas por mí
English Version
Financial crises are always accompanied by social crises, and Cuba has been in crisis for many decades. So much so that in 2024 the country will find itself in some cases with indicators similar to or worse than those of the 1990s. This has resulted in an increase in homelessness and begging.
In the face of the sustained crisis, many people and families have found in begging a way to supplement their battered economy. It is now common to find people on the street asking for financial help and this, unfortunately, is no longer exclusive to adults. It is increasingly common to find children begging for money or being used as a bait for pity by some adults. In fact, in the face of such a phenomenon, it is sometimes difficult to discern between those who genuinely need help and those who are just opportunists.
In the case of homeless people, it is true that, due to the lack of medication, many people with disorders, illnesses or mental deterioration become decompensated by not being able to maintain their treatments and end up on the street with crises and/or psychotic episodes from which they cannot escape. Or, simply, without being able to remember the way home.
The causes that lead people to live on the street are varied and can include addictions, economic problems, rejection and/or family violence, psychiatric illnesses, etc.
As always, the communist authorities that control the country speak with euphemisms to disguise this social phenomenon. For them, they are not homeless people, they are “people with wandering behavior.”
In 2020, a journalistic piece from the official newspaper Granma spoke about the situation of these people and the actions in their favor, with its dose of triumphalism and propaganda included, and has been replicated twice on the government website Cubadebate:
Despite what one might think, today the situation of these people seems much less favorable, especially outside the capital. An independent journalistic work from more than four years ago gives a slightly more realistic view on this issue.
Unfortunately, there are no official statistics on this issue, it seems that the government applies the mantra of what is not shown does not exist. At least, a positive aspect to highlight is that these people are not criminalized.
All photos were taken by me