La técnica de la silla vacía y la silla doble es una técnica diseñada por Fritz Perls, uno de los pioneros del enfoque Gestalt, influenciado por el psicodrama, y utilizada para obras inacabadas (despedirse en caso de duelo, etc.). Dado que esta técnica fue utilizada por Perls, se ha convertido en una técnica efectiva ampliamente utilizada para la autocomprensión y la conciencia.
Técnica de la silla vacía: Técnica de la silla vacía; Se utiliza en casos donde el paciente en proceso de terapia tiene dificultad para establecer comunicación interpersonal. De esta forma, se asegura que la persona primero practica con una silla vacía sin riesgo. La técnica de la silla vacía, que es un método muy efectivo, puede permitir que las emociones que están ocultas e incluso aterradoras se revelen cuando se enfrentan. De esta forma, el fenómeno puede encontrarse con diferentes aspectos de sí mismo y emociones de las que no es consciente, o puede hablar con una persona con la que está en conflicto.
Se utiliza para llevar los sentimientos pasados no resueltos e inacabados de los clientes al ambiente de consejería. La técnica de la silla vacía se vuelve funcional cuando se entiende que el cliente tiene asuntos pendientes. En la Terapia Gestalt se aplica la técnica de la silla vacía para traer obras inacabadas al ambiente de asesoramiento y trabajar sobre ellas. En esta técnica, la persona expresa sus sentimientos y pensamientos sobre su estado incompleto a la persona o situación representada en una silla vacía.
Técnica de la silla doble: Es una técnica utilizada en situaciones donde el cliente está en conflicto. En esta técnica, los clientes inician una comunicación entre sus aspectos conflictivos. Gracias a esta comunicación se produce un acercamiento y reconciliación entre los diferentes y conflictivos aspectos del cliente. Esta técnica utilizada en la Terapia Focalizada en las Emociones está tomada de la Terapia Gestalt. El nombre de la técnica de Terapia Gestalt, que tiene características similares a la técnica de la silla doble, es el ejercicio de diálogo interior. Según esta técnica, el ego del cliente se divide en ego dominante y yo recesivo.
El ego dominante es el lado honesto, autoritario, moral y exigente de la personalidad. Quiere mantener a la gente bajo control. El yo recesivo es el lado vulnerable, apologético, impotente e indefenso. La Terapia Gestalt se centra en la lucha de estos dos aspectos diferentes de la personalidad. Se le pide a la persona que maneje el conflicto colocando estos dos aspectos en sillas.
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