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One of the simplest traps that a Christian usually falls into is envy. This occurs in a subtle way and distances us from the best blessings that God has reserved for us.
Delight yourself also in the Lord,
And he will give you the desires of your heart.
5 Commit your way to the Lord,
And trust in him; and he will do it.
6 He will show your righteousness like the light,
And your justice like the noonday.
Psalm 37:4-6
Envy is very similar to envy because when we lie, then we have to lie again to continue hiding the previous lie. In the case of envy, it becomes bigger and bigger, like a snowball, but there comes a point where it is usually devastating.
When we are influenced by envy, it is difficult or practically impossible to remain firm in God's plans because our eyes are not set on God. Envy leads us to focus on those we don't have and that's not all, it makes us feel suspicious of those who do have what we want and we don't have.
And so all kinds of thoughts of inadequacy or not being up to par with what we think can take control of our thoughts, our feelings and as a result of our actions. We must also not forget that greed does not please God.
We get to a point where even knowing that God has a perfect, beautiful and complete plan for us, his children, when we are blinded by envy we simply think the following: "I don't believe that God has the best for me."
If when reading all this and discovering at some point something in your life, the next step is to recognize that we are not right and we must return to placing our gaze on God. Let's stop observing the lives of others, what God is doing in the lives of others and focus on what God CAN do in our lives if we allow Him.
Delight yourself also in the Lord,
And he will give you the desires of your heart.
5 Commit your way to the Lord,
And trust in him, and he will bring it to pass.
6 He will bring forth your righteousness like the light,
And your justice like the noonday.
Psalm 37:4-6
If we are immersed in envy, unfortunately we are missing out on the best that God has for us. Let us recognize and discover envy today, expose it to God and ask Him to help us change our hearts and thoughts to live according to what He has won for us.
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Una de las trampas mas sencilla en la que suele caer un cristiano es la envidia, esta se presenta de forma sutil y nos aleja de las mejores bendiciones que Dios ha reservado para nosotros.
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Salmos 37:4-6
La envidia es muy parecida a la envidia ya que cuando mentimos, luego tenemos que mentir nuevamente para seguir ocultando la mentira anterior, en el caso de la envidia cada vez se vuelve más grande, así como una bola de nieve, pero llega un punto donde suele ser devastador.
Cuándo estamos influenciados por la envidia, es difícil o prácticamente imposible mantenernos firmes en los planes de Dios ya que nuestra vista no está puesta en Dios. La envidia nos guía a que nos centremos en aquellos que no tenemos y no es todo, nos hace sentir recelos por aquello que si tienen lo que nosotros queremos y no tenemos.
Y así surgen toda clase de pensamiento de insuficiencia o de no estar a la altura de lo que pensamos puede tomar control de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos y como resultado de nuestras acciones. Tampoco debemos olvidar que la codicia no agrada a Dios.
Llegamos a tal punto en que aún conociendo que Dios tiene un plan perfecto, hermoso y completo para nosotros sus hijos, cuando estamos segados por la envidia simplemente pensamos en lo siguiente: "No creo que Dios tenga para mi lo mejor".
Si al leer todo esto y descubrir en cierto punto algo en tu vida, el siguiente paso es reconocer que no estamos en lo correcto y debemos volver a colocar la mirada en Dios. Dejemos de observar la vida de otros, de lo que Dios está haciendo en la vida de los demás y pongamos el foco en lo que Dios SI puede hacer en nuestras vidas si se lo permitimos.
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Salmos 37:4-6
Si estamos sumidos en la envidia lamentablemente nos estamos perdiendo de lo mejor que Dios tiene para nosotros. Reconozcamos hoy y descubramos la envidia, expongámosle a Dios y pidamos que nos ayude a cambiar nuestro corazón y pensamientos para vivir conforme a lo que ha ganado para nosotros.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.